10 Mayo de 2015 12:57
La Casa de Gran Massa, una construcción del Intendente de Tigre, late más que nunca y comienza a dejar integrantes afuera de la competencia. Dentro de ella comienza a subir la presión a medida que se acerca la fecha límite para presentar alianzas y listas para las PASO 2015. Las paredes de la casa escuchan y tienen vida propia. Y la presión, comienza a subir de a poco.
“Yo siento que la casa que construimos perdió alegría, encanto...y quiero agregar: en el massismo hay algunos personajes nocivos, perversos y con influencia creciente y que hacen que yo no pueda estar un minuto más en un espacio así”.
Octubre de 2013. Massa se alza con el triunfo bonaerense y se abraza a su esposa Malena. Uno de sus hijos, mira a Giustozzi, el socio.
Las palabras, determinantes y lanzadas como dardos envenenados, no son de un opositor a Sergio Massa, sino del Jefe de su bloque en Diputados, al menos hasta el viernes pasado, Darío Giustozzi. Era además uno de los fundadores del Frente Renovador, el sello con el que competirá el ex intendente de Tigre en las elecciones presidenciales y uno de los Intendentes que desde la primera hora decidió asociarse al de Tigre para desbancar al kirchnerismo en el poder. Y sabiendo que había sido nominado, decidió salir por sus propios medios antes de que la casa lo expulse.
Giustozzi dejó el espacio lanzando dardos verbales. Tiende lazos con el Sciolismo para volver a ser.
El caso de Giustozzi no es el único pero quizá si el que más revuelo causa por la relación tan cercana que mantenía con el Intendente de Tigre. De hecho, casi que-al comienzo de la competencia.- era número puesto para ser el hombre que gobernaría la provincia de Buenos Aires. Pero el arribo a la casa de Gran Massa de un competidor que no figuraba de antemano, movió las estanterías. En los albores de la celebración de fines del año pasado, Massa junto a Gabriel Katopodis, Intendente de San Martín; José Eseverri, de Olavarría y Joaquín de La Torre, San Miguel, dieron el visto bueno para que Francisco De Narváez, ingrese a la casa de Gran Massa con el 5,46% de los votos que obtuvo en 20313.
El nombre de la discordia. Francisco De Narváez, llegó al FR con sus votos y su billetera presta.
Pero ese ingreso a Gran Massa, no cayó bien en el grupo de competidores que aspiraban a quedarse con el trono del candidato a gobernador del espacio. Y eran muchos en la lista: Felipe Solá, diputado del FR; Darío Giustozzi, ex de Almte. Brown y hoy ex jefe del bloque de diputados; Mónica López, diputada y esposa de Alberto Roberti, otro diputado del FR, y quien aporta algo de dinero a ese proyecto; Jesús Cariglino, Intendente de Malvinas Argentinas e integrante del Grupo de los 7, los primeros jefes comunales que rompieron con el kirchnerismo allá por el 2011, y Gustavo Posse, Intendente de San Isidro.
17 de octubre de 2014. Día de la Lealtad Peronista. Los que están a la izq. de Massa se fueron enojados.
Lo cierto es que a medida que los números de las encuestas, que encargó el FR para medir a sus precandidatos a gobernadores, comenzaron a señalar a De Narváez a la cabeza, la casa de Gran Massa perdió la tranquilidad y cohesión para siempre. El primero que intentó poner las cosas blanco sobre negro, cuando comenzaban a llegar los nubarrones de discordia a la casa, fue el Intendente de San Fernándo Luis Andreotti: "En mi opinión tendría que haber un candidato solo, que sea el que más le sirva a la candidatura de Sergio Massa a Presidente. Pienso que él va a medir cuál es el que más le sirve y todos los intendentes tenemos que ir tras ese candidato", reclamó. Y así fue.
Andreotti, en una recorrida de campaña por su municipio junto a Sergio Massa. Puso un límite a los egos.
Inmediatamente, los heridos protestaron y se comenzó a hablar, dentro de la casa, de los díscolos que debían ser nominados. Y antes de que la casa los expulse, se fueron solos. Cariglino, Posse, Sandro Guzmán, Intendente de Escobar; fueron los primeros en autonominarse y salir de Gran Massa.
Massa presenta a Reutemann, en el invierno pasado, como integrante del espacio. Lole se fue “destratado”.
Otro que había sido seducido, en el invierno del año pasado, fotografiado con toda la tropa en un amigable asado, y se sintió “maltratado y usado”- según dijo- por ese espacio fue Carlos Reutemann, que terminó en los brazos de Mauricio Macri. Los mismo hizo Posse, quien fue recibido con los globos amarillos del Pro, y la necesidad de hacer pie en territorio bonaerense. También el ex gobernador de Chubut, Mario Das Neves, con quien estaba todo arreglado, dejó el espacio y se fue con Scioli. Lo mismo que el jujeño Gerardo Morales, principal abogado de Massa en la UCR, confirmó su pacto con Macri.
Massa y Das Neves en una visita a Comodoro Rivadavia, cuando se mostraban juntos.
?El clima de nerviosismo y presión dentro de la casa de Gran Massa irá “in crescendo”, como en una ópera italiana, a medida que se acerque la fecha del final, que será el día del cierre de listas. Habrá, quizá más expulsados aún. Pero para algunos la presión que sube, la casa que late cada vez más fuerte, los nervios en su punto máximo y los factores exógenos a la casa, podrían llegar a hacer que la propia casa de Gran Massa explote, como una olla a presión. Pero dicen que en la historia de este juego, eso jamás pasó.