22 Enero de 2018 12:23
Las colas de los supermercados suelen ser motivo de estrés. Sin embargo, para Roberto Cavana, de 57 años, fue algo peor: el punto de partida de un episodio que lo llevó al hospital con graves heridas, donde hoy permanece internado con pronóstico reservado.
Cavana recibió graves heridas y está internado en estado reservado.
Todo sucedió el domingo a la mañana, mientras esperaba para pagar en la caja de un hipermercado ubicado en la esquina de Humberto Primo y Lavalle, en Quilmes.
Allí, discutió con otro cliente José María Scrocchi, de 72 años. El cruce verbal siguió afuera y terminó con Cavana recibiendo seis disparos: cuatro en el abdomen y dos en el muslo.
El arma con el que le dispararon a Cavana quedó abandonada junto a vainas y un cuchillo.
Según detalló Juan Fragomeno, director del Hospital Iriarte, en diálogo con el programa radial El Termómetro, la víctima permanece en estado reservado tras haber ingresado en shock por la pérdida de sangre.
Fragomeno además detalló que Cavana fue operado para componer las perforaciones intestinales causadas por los disparos y su pronóstico será más claro luego de las próximas 48 horas.
Un arsenal en casa
Después de dispararle a Cavana, Scrocchi abandonó a su lado un revólver calibre 38, varias vainas servidas y un cuchillo, que fueron secuestrados por la policía, que horas más tarde lo detuvo.
Scrocchi, el autor de los disparos, guardaba un auténtico arsenal en su casa.
El acusado fue detenido por policías de la comisaría 1ª de Quilmes y quedó a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 3.a cargo de la causa, caratulada como tentativa de homicidio.
Y la sorpresa por su desmedida reacción ante Cavana se hizo aún más grande cuando, luego de un allanamiento a su hogar, se hallaron varias armas de guerra, granadas y municiones.
En el hogar del acusado, se halló un proyectil de mortero.
Así, entre otros elementos, se secuestraron dos cargadores de una metralleta Uzi sin carga, una granada de mano sin espoleta ni sistema de iniciación y un proyectil de mortero Italaza h601 de práctica (con sistema de inicio y propulsión pero sin carga). Además, había una caja con 48 cartuchos calibre .22.
Por la peligrosidad de los proyectiles encontrados en la casa se dio aviso a la Brigada de Explosivos. El hallazgo de estos elementos darán origen al inicio de otro expediente contra el acusado.