15 Agosto de 2017 05:21
Rosario Cook, una joven salteña de 14 años, había desaparecido el sábado por la tarde, sólo horas después de haber denunciado en su cuenta de Facebook que un hombre adulto y "adinerado" había intentado violarla horas antes. Afortunadamente, fue hallada hoy en barrio Parque Belgrano, en la zona norte de la ciudad de Salta.
Tiene 14 años y desapareció el sábado por la tarde en Salta.
En el momento de ser localizada, la adolescente estaba sola, en perfecto estado de salud, y se dirigía a la casa de una persona que conocía a través de redes sociales
Luego de ser trasladada a la dependencia policial correspondiente y sometida a exámenes médicos, Rosario fue restituida a su hogar. En el marco del caso, un hombre de 24 años quedó demorado y la División Trata de Personas profundizará la investigación.
La foto más actual de Rosario: su familia la busca.
La desaparición de la adolescente se habia dado sólo horas después de que denunciara en las redes sociales un intento de acoso.
El duro relato de Rosario, horas antes de desaparecer
“Esta noche fue un desastre. Me tocó conocer a dos chicos, los dos guapos y con suficiente dinero. Pero me di cuenta de algo. Uno de ellos fue amable, generoso, amistoso y chistoso, en ningún momento me quiso tocar. Simplemente me besó”.
“Luego de unas horas, me llamó el otro, con el cual ya habíamos salido anteriormente. Al principio fue amable, pero hoy la verdad lo desconocí completamente. Esta vez no quise entregarle mi cuerpo, se enfureció, me volteó y me pegó duramente en la cola”.
“Comenzó a gritarme, agarré mis cosas y me fui. En ese momento, no estaba a pasos del centro para tomar un bus o un remís, estaba parada casi cerca de Saln Lorenzo. Le rogué por unos minutos para que me acercara hasta el centro por lo menos. Se burló y me dijo: 'Ni en pedo te llevo hasta allá, te dejo en lo de tu amigo”.
“Llamé al otro muchacho bueno y le pedí si me podía llevar al centro. Me contestó: '¿Dónde estás? ¡Ya te busco!'. Le colgué y le dejé un mensaje diciendo que ya salía para allá”.
“Luego, me llevó hasta la casa del muchacho. Antes de bajarme, me agarró fuerte mi brazo y me dijo: 'Ya está, volvamos a casa y en el camino chupámela. En ese momento me bajé rápidamente. Al llegar a la casa del muchacho, me abrió y le conté lo que había pasado. Ahí me di cuenta de qué tipo de hombres hay: los re chotos y los buena onda”.
Por último, la joven se despidió con un consejo para las mujeres: “Chicas, tengan bastante cuidado. Lo que pasó fue hace una hora y aún sigo con tanto miedo. No se dejen maltratar por nadie”.
