22 Noviembre de 2017 08:56
Los cruces de versiones, la expectativa y la angustia por no saber dónde está el submarino ARA San Juan a una semana de la última comunicación que mantuvo, y en la que informó presentar una avería, aumentan el malestar de los familiares. La espera es agónica y el enojo por la falta de información aumenta. Además, crecen las críticas sobre la pasividad de la búsqueda durante las primeras 48 horas de la desaparición.
El enojo y la angustia, las sensaciones de los familiares.
“¿Por qué no lo empezaron a buscar por abajo? No los dejen morir, hagan bien su trabajo. Tiene los radares, están buscando pero por lógica si no están arriba están abajo, que busquen”, criticó Elena hermana de Cristian Ibáñez.
"No voy a ser optimista sabiendo de qué labura mi hermano. Sólo me pregunto por qué esperamos tanto tiempo. Esas decisiones se debían haber tomado antes. Entiendo que es una profesión de riesgo pero no quiero que los dejen morir”, lamentó.
"Estamos con mucho dolor".
También Claudio Rodríguez, el hermano de jefe de máquinas de la embarcación, cuestionó las circulación de diferentes versiones sobre la detección de sonidos, que finalmente no pertenecían al ARA San Juan. "Nos extraña de sobremanera que no lo estén ubicando, es imposible que a esta altura no sepan dónde está", sostuvo.
Lo cierto es que pasaron 7 días desde la última comunicación que mantuvo el buque. En ese contacto informaron una avería en una de sus baterías. Las autoridades de la Armada confirmaron que la búsqueda está en "etapa crítica".
Algunos de los mensajes dedicados a los tripulantes.
Sobre esto mismo, los familiares remarcaron que la búsqueda no comenzó con la intensidad que debían dedicarle. Según contaron a BigBang, muchos de ellos se enteraron por los medios de comunicación y otros recién fueron notificados sobre la falta de información sobre la ubicación del buque, recién el viernes. "La ayuda internacional la solicitaron tarde. Debían el mismo día que fueron informados que existía una avería haber iniciado el pedido de emergencia", añadió Elena.
PREGUNTAS, DUDAS Y ANGUSTIA
"¿Cómo se le va a perder un barco de 60 metros a la armada, por más que esté abajo del agua? Eso nos llama la atención", insistió otra familiar mientras continuaba colgando una bandera en el alambrado de la base aérea de Mar del Plata.
Ese es el lugar donde permanecen todos juntos, como una sola familia. Comparten el mismo sentimiento de temor y esperanza. Espera la noticia que ruega el país y el mundo. Padres, madres, esposas, hermanos y hermanas. Llegaron de diversas provincias y se aferran a la fe para soportar las horas sin noticias sobre los tripulantes.
La espera, unidos, como una sola familia.
"Cuando se confirmó que los primeros ruidos detectados no eran del submarino, 10 o 12 personas se descompensaron y desmayaron
"Cuando se confirmó que los primeros ruidos detectados no eran del submarino, 10 o 12 personas se descompensaron y desmayaron", contó el psicólogo y capitán de Fragata Víctor Hugo Dufa. Él es parte del equipo de contención dispuesto por el Ministerio de Defensa en la ciudad balnearia.En un intento de mantener la calma, Lourdes Ledesma, esposa de uno de los submarinistas a bordo del ARA San Juan, contó que se viven momento de muchos nervios pero que por momentos se logra controlar la situación.
"Estamos todos nerviosos
"Estamos todos nerviosos, pero realmente la familia naval, los que conocen a los submarinistas y conocen el submarino, saben que ha salido (al mar) en perfectas condiciones”, dijo optimista. “Hay que confiar, tener fe y rezar”, recomendó. Pero no resulta ser una tarea sencilla para los que desean abrazar a su familiar y dar por terminada esta pesadilla.
EL ÚLTIMO PARTE
El último parte brindado por el vocero de la Armada, Enrique Balbi, disparó el enojo de los parientes de los tripulantes. Aseguró que hasta hoy no hay información del submarino "No tenemos ningún rastro del submarino ARA San Juan, desaparecido. Seguimos en fase crítica en cuanto al oxígeno”, afirmó.
Balbi detalló ante periodistas en su habitual rueda de prensa frente al edificio Libertad, sede de la Armada, las operaciones realizadas desde la tarde de ayer con sonares, sensores infrarrojos y de anomalías magnéticas en búsqueda alguna señal del buque, tras lo cual señaló que “no hay contacto”.
El mismo clima de crítica es el que enfrentó Mauricio Macri cuando los familiares le reprocharon la antigüedad del buque, la falta de mantenimiento y la falta de comunicación sobre la búsqueda. El presidente se acercó el lunes a la base aérea, e intentó responder sus reclamos. Se conoció hoy un video en el que se puede ver el fuerte cruce que mantuvieron con el mandatario.