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Era soldado voluntario, murió de dos disparos e intentaron hacerlo pasar por suicidio

El llamativo cambio en la autopsia y la grave denuncia de la familia: "Queremos que se investigue como homicidio". 

08 Julio de 2023 08:00
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Pablo Jesús Gabriel Córdoba tenía 21 años, era soldado voluntario y apareció muerto en el Grupo de Artillería 16, en el Regimiento de Zapala, Neuquén, el primero de junio. Natalia Uribe y Juan José Córdoba, sus padres, creen que se trató de un suicidio y denuncian graves irregularidades en la autopsia y en las pericias realizadas en el lugar.

El jueves primero de junio, el teléfono de la casa de Natalia sonó de forma intempestiva. Su voz se quiebra al recordar el momento en el que escuchó del otro lado al papá de su hijo. "A las 6.40, aproximadamente, me llama el papá de Pablo llorando. Yo le decía que se calmara porque no lo llegaba a entender, hasta que me dijo que fuera a la guardia”.

A las 7:10, el jefe de la Policía Federal de Zapala, el comisario Julio César Lucero, le informó al secretario penal del juzgado federal de la ciudad, Matías Álvarez, que un soldado voluntario "intentó quitarse la vida" en el interior del Grupo de Artillería. El jefe es el teniente coronel Isidro Germán Green, y fue él quien avisó a la Policía.

La madre fue rezando en cada paso que dama al hospital. No sabía lo que había pasado, pero la esperanza y la fe seguían dándole fuerzas. “Cuando llegué al hospital su papá me dice que era muy grave porque tenía un disparo. Cuando llega el médico nos dice que debían hacerle una tomografía porque tenía dos disparos”.

Mientras sus padres digerían la noticia, Pablo estaba luchando por vivir. “Cuando volvieron, nos sentaron en una sala y nos dijeron que no había posibilidad de que mi hijo sobreviviera y que sólo restaban unos minutos para que deje de respirar. Nos quedamos con él hasta que no pudo más y falleció. Nunca le preguntamos al médico dónde estaban los tiros, sólo distinguimos una por la manchita de sangre que se le hizo en la venda”, recordó. 

Los hechos y un misterioso desenlace 

Natalia reconoció que Pablo "siempre estaba contento y contaba con gracia las cosas que pasaban allá”. "Siempre decía: 'A mi no me van a hacer desistir de estar ahí'. Ahí todo lo que hacen es ver si tenés resistencia. Una vez, él me contó que fue a buscar una ropa y cuando llegó estaban todas sus cosas revueltas", manifestó, aunque indicó que a ella "no le gustaban esas cosas que hacían".

Pablo era conocido por muchos militares del mismo grado porque su papá era sub sargento principal. De hecho, fue por él que ingresó a hacer el voluntariado.”Él tenía ganas y vocación para estar en el Ejército”, remarcó Natalia. 

Luego de que Pablo falleciera, 15 días más tarde los papás reciben el parte médico, en donde vieron que no describía los tiros. De hecho, hasta ese momento creyeron que todo fue un accidente, pero tras ver el documento descartaron completamente esa posibilidad.

“Queremos que esto se investigue como un homicidio. A mi hijo lo mataron. La autopsia no tiene especificaciones, es decir, cuál disparo fue el primero, qué calibre, no dice nada nuevo que decía el informe médico”, denunció

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La familia descarta la hipótesis del suicidio y la querella sostiene que hay dudas sobre la manera que se preservó el lugar del hecho. Para ellos, no relevaron huellas de calzados, vehículos u otros elementos. Se menciona, en un acta, que levantaron objetos y los fueron metiendo en bolsas, pero no hay registros de que se haya convocado a expertos en criminalística, ni forenses, ni en análisis de escenas del crimen, ni en secuestros de elementos, peritos balísticos. 

Natalia, al terminar puntualizó: “Hay un soldado que declara que mi hijo estaba respirando y tenía su fusil a 90 cm a distancia de su cuerpo y el segundo dice que mi hijo tenía el fusil en sus manos apuntando al mentón. Después el expediente dice que el fusil no estaba en automático. Queremos verdad y justicia”.