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¿Es violencia de género la publicidad de la gaseosa y los Pochos?

Pepsi no suele escaparle a la polémica y busca provocar, pero qué sucedería si en lugar de Lavezzi y el bailantero el aviso hubiera estado protagonizado por mujeres.

04 Junio de 2015 17:14
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A Pepsi le gusta provocar. Sus publicidades van al límite. El último aviso de la gaseosa, en el que participan el “Pocho” Ezequiel Lavezzi y Pocho “La Pantera”, hace ver al futbolista como el Adonis que es y al bailantero como un estereotipo que hombre repulsivo que genera rechazo. A tal punto que la compradora protagonista del aviso amaga con dejar la bebida al imaginárse al bailantero vestido de bombero.

Mirá el comercial de la polémica: 

“Es caótico, porque no se sabe cuál es el objetivo. Están desnudando una de las formulitas de la publicidad”, reflexionó el publicista Fernando Braga Menéndez. “Hacen algo valioso que es mostrar como una imagen positiva se asocia al producto para generar consumo, y cómo una imagen negativa no”, dice.

La abogada especialista en violencia de género Débora Hambo opina: “La violencia de género, entre otras cosas, radica en cosificar a la mujer”. Entonces, cuando la víctima es hombre, ¿no hay violencia de género? Darío Witt, titular de la ONG Casa María Pueblo, que se especializa en temáticas de género, aporta: “Acá hay una cosificación, más allá de que sea varón o mujer; es una situación en la cual se apela a la cosificación, en este caso desde el punto de vista de que la belleza vende, y las cosas feas no”.

El publicista brinda una repuesta tajante al interrogante sobre qué sucedería si los protagonistas del aviso fueran mujeres.“Sería insultante para las mujeres. Por eso, podría considerarse violencia de género contra los hombres en este caso”. 

Pocho “La Pantera” “cosificado” en la publicidad de Pepsi.

“A la mujer se la utiliza como adorno, como algo propio y carente de sentimientos, respeto, honra o dignidad”, acota Hambo. “Si la publicidad hubiera sido de una mujer, ese patrón de 'cosa' se habría cubierto, y es el problema cultural en su máxima dimensión, de ahí que el cambio debe ser tan profundo”.

Witt agrega: “La cosificación en base a la belleza está en el trasfondo de la cultura machista. En este caso está induciendo claramente a degradar a una persona que no tenga los rasgos bellos que sí puede tener otra persona. El género no tiene que ver con el sexo. Tiene que ver con cuáles son los fines que le asignamos como comunidad a una persona que nace con un pene o con una vagina”.

En los últimos tiempos, Pepsi se ha caracterizado por emitir publicidades con mensajes polémicos. En este, Icardi roba tapas de botellas de la gaseosa y se jacta de haberle “afanado” la mujer a Maxi López, quien era su amigo. 

Tanto Pepsi como BBDO, la agencia de prensa encargada de filmar el aviso, declinaron participar en esta nota. En tiempos de #NiUnaMenos bien vale la reflexión sobre los cambios de paradigma y lo cultural en la violencia de género. De cualquier género.