14 Septiembre de 2020 16:04
La Iglesia Universal del Reino de Dios, culto evangelista nacido en Brasil con gran difusión en Argentina, está siendo investigado por la fiscalía de Río de Janeiro por presunto lavado de dinero.
Concretamente, la entidad habría lavado alrededor de 6 millones de reales (unos 1,1 millones de dólares) desviados de hechos de corrupción cometidos por el alcalde de Río Marcelo Crivella, quien también es pastor y fue yerno de Edir Macedo, fundador de la iglesia.
La causa fue develada por el programa televisivo Fantástico de la cadena TV Globo, que mostró documentos del Ministerio Público acreditando movimientos sospechosos de entrada de dinero en efectivo en las cuentas de la Iglesia Universal entre 2018 y 2019.
De acuerdo a la fiscalía que investiga el hecho "es verosímil concluir que la entidad religiosa está siendo usada como instrumento para lavado de dinero fruto de la endémica corrupción instalada en la alta cúpula de la administración municipal".
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Crivella, actual alcalde, encabeza las encuestas para las elecciones municipales de Río, que se celebrarán el 15 de noviembre. Su principal competidor, Eduardo Paes, ex intendente por el Movimiento de la Democracia Brasileña, también fue objeto de una reciente redada anticorrupción.
Paralelamente, el gobernador estatal, Wilson Witzel, fue suspendido recientemente del cargo por 180 días acusado de robar fondos destinados a los contratos de salud en pandemia.
Guerra de intereses
La denuncia a la Iglesia Universal también se enmarca en la permanente guerra de TV Globo con su principal competidora, TV Record, propiedad del culto evangélico. Así, Record acusó en un editorial a Globo de "mentir" sobre el culto religioso.
En esta competencia, el gobierno de Jair Bolsonaro es también un jugador importante, reposicionando su pauta hacia los medios que compiten contra TV Globo, como Record y SBT, del magnate oficialista Silvio Santos, que está negociando quedarse con los derechos de la Copa Libertadores para televisión abierta en Brasil.
El lobby de las iglesias evangélicas es muy fuerte en el Congreso brasileño. Así, por ejemplo, la mayor parte de los partidos políticos, tanto oficialistas como opositores, aprobó un perdón de unos 200 millones de dólares en impuestos debidos a todos los cultos.
Sin embargo, este lunes Bolsonaro firmó un decreto vetando esta ayuda y pidiendo a los parlamentarios eliminarlo con una votación. El presidente brasileño adujo que no puede violar la Ley de Responsabilidad fiscal porque si lo hace podría ser blanco de un juicio político por el mismo delito que se le atribuyó a Dilma Rousseff en su impeachment del 2016.