El director teatral Omar Pacheco fue encontrado ahorcado el domingo a la tarde en su sala teatral del barrio porteño de Balvanera denominada "La otra orilla". Desde el sábado su familia los buscaba. No sabían a dónde estaba, ni con quién. Días antes había comenzado a circular por las redes sociales una serie de denuncias por acoso que habrían tenido a Pacheco como protagonista y que habrían sucedido en esa misma sala teatral. Incluso el viernes fue increpado en la puerta.
Pacheco tenía 67 años.
Las denuncias de los acosos se realizaron en las redes sociales. Comenzaron hace unas semanas a sumarse algunos comentarios y mensajes y luego se armó una FanPage titulada "Director Omar Pacheco abusador".
Una a una, cada mujer integrante del grupo actoral que dirigía Pacheco repasó los momentos del horror. También se acercaron a la sala teatral, de la que era propietario este docente teatral, y lo increparon. "Se te acabó la secta, vas a tener que ponerte a laburar", le gritó una mujer y Pacheco se muestra furioso. Las ex alumnas ingresaron a la sala y se llevaron sus pertenencias y elementos que utilizaban en las clases. "Estás hasta las manos, papi", le gritó otra mujer.
TEATRO INESTABLE
"Nosotros somos un grupo, no un elenco y esto nos hace galvanizar un vinculo ideológico, estético. Es una búsqueda, el cuerpo se mueve distinto. No tiene nada que ver con el teatro convencional. Las situaciones tiene una evidencia, más sugerido, más interesante", así describía Pacheco su técnica en una entrevista.
Uno de sus alumnos suma cómo repercute la técnica en ellos. "No podríamos participar de una obra sin tener la formación que tenemos con Omar. Esta otra técnica de habitar otro cuerpo desconocido, tiene que estar incorporada y sentirla como una necesidad. No somos seres creadores, sino reproductores. Luego del proceso se logra un camino de profundización continua", dice. Y en la nota se ve a otra actriz coincidiendo.
LA DENUNCIA PÚBLICA
"Somos mujeres integrantes del Grupo Teatro Inestable del Teatro La Otra Orilla, creado y dirigido por el director teatral Omar Pacheco. Somos parte de esta grupalidad hace más de cinco años en donde hemos sufrido todo tipo de violencias de género, entre ellas abuso y manipulación sistemática por parte de quien era nuestro docente y director", comienza el comunicado replicado por cada una de las mujeres que firman el mensaje.
A la denuncia se suma el relato en primera persona de cada una de las damnificadas. Como si fuera poco, a los detalles de situaciones de horror, abuso y misoginia, se suma una denuncia de abuso de poder y violencia económica debido a que Pacheco habría comprado el teatro con dinero de las alumnas que manipulaba.
“Quién creería que soy del Grupo Teatro Libre, que trabajé 11 años con Omar Pacheco y quienes lo conocen saben lo que significa trabajar con él, pero a quienes no lo conocen les digo significa sangre, sudor y lágrimas, muchas lágrimas. Significa esclavitud, humillación. Para mí (especialmente) Omar Pacheco fue un padre, huérfana de padre y madre desaparecides yo lo amé a él como si fuera mi papá, confié en él más que en todos mis otros grandes y verdaderos amores que no se cansaron de decirme que OP es un perverso abusador y violento, yo creía en él”, publicó la actriz Carolina Ghigliazza, entre los testimonios más duros ya que reconoce que entregó su vida por completo a Pacheco, incluso económicamente.
Teatro inestable: Una imagen de archivo
“Cuando en el año 2000 cobramos una «reparación», en su momento llamada indemnización por ser hijas de desaparecidos, con toda mi plata y hasta lo que no tenían otrxs diez compañeres compramos el teatro La Otra Orilla, en la calle Urquiza 122 /124 de CABA, di todo todo, todo, todo en ese momento y de corazón lo di y no me arrepiento, hasta que me quise ir. Cuando alguien deja de trabajar con él, se va con el nombre de traidor y si es mujer traidora y puta y todos tus secretos rebelados, hay que tener mucho coraje para irse de La Otra Orilla”, escribió la actriz, que en otro pasaje de la misma publicación, expresó: “Hoy me entero que además abusó de sus alumnas, algunas menores de edad y se me eriza la piel de verme ahí. Gracias a la valentía de un grupo de jóvenes mayoría mujeres que trabajaban para él (como tantes lo hicimos) hacemos este escrache por sus alumnes actuales y espectadores. Para que nadie más sea abusada de por Omar Pacheco, les pido que recuerden que es un estafador perverso y abusador”.
EL HALLAZGO DE LA MUERTE
Cerca de las 15:30 del domingo, un grupo de agentes de la Policía de la Ciudad respondieron a un llamado recibido en el 911. Se acercaron a la calle Urquiza 124, en donde funciona el Teatro La otra Orilla. En el lugar un empleado manifiesta que desde el sábado no sabía dónde estaba Pacheco y ese sumó que ingresó a la sala y lo encontró ahorcado. Tenía la misma vestimenta con la que se lo ve en el video del escrache. Se presume que luego de ser enfrentado por las denunciantes el docente de teatro se resguardó en la sala y terminó con su vida.
El juzgado interventor dispuso entre sus medidas tomar testimonios a todos los familiares y amigos que lo estaban buscando y que dejen constancia que estaba siendo víctima de un escrache por las redes sociales y medios de prensa.
LA MIRADA ARTÍSTICA: ¿QUIÉN ERA?
Omar Pacheco tenía una extensa trayectoria como director e iluminador, que había empezado a comienzos de la década del ´70. Pacheco denominaba teatro inestable, al que diferenciaba del teatro tradicional, y las estrenaba en su propia sala, La Otra Orilla, en el barrio de Balvanera.
Pacheco denominaba teatro inestable, al que diferenciaba del teatro tradicional, y las estrenaba en su propia sala, La Otra Orilla, en el barrio de Balvanera.
Entre sus piezas se destacan Juan y los otros (1984), Obsesiones, sueños y ceremonias (1989), la denominada Trilogía del Horror (1992), y la Cuna vacía (2006), creada para el trigésimo aniversario del golpe de 1976, que trataba sobre el robo de bebés durante la última dictadura.
Varias de estas obras se mantuvieron durante años en la cartelera del off porteño y fueron invitadas a participar en festivales internacionales.
En sus 36 años de labor ininterrumpida, Pacheco trabajó con artistas como Liliana Herrero, Rodolfo Medros, Lito Vitale, o Gerardo Gardelín, recibió apoyo del Ministerio de Cultura y de la Fundación Antorchas, y colaboró con instituciones públicadas y privadas como el Espacio Cultural Nuestros Hijos, la UBA, el UNA y la UADE.
En paralelo a su actividad como docente, investigador y director de su compañía, participó como iluminador en las puestas de musicales del circuito comercial como Tanguera, Natico o Caravan.