El 18 de junio, y tras casi una semana internado, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, recibió una transfusión de plasma de un paciente recuperado de coronavirus, luego de varios días con fiebre alta y después de que los médicos advirtieran dificultades en su capacidad respiratoria. Seis días más tarde, ya recuperado, recibió el alta. Como Insaurralde, sólo en la provincia de Buenos Aires ya hubo 150 trasfusiones de plasma exitosas a enfermos de COVID-19, y aunque todavía no existe evidencia científica a nivel mundial y las autoridades piden cautela, admiten que podría ser la llave para evitar un colapso del sistema sanitario.
Los primeros ensayos clínicos comenzaron hace poco más de un mes y hasta ahora la provincia de Buenos Aires tuvo la respuesta más exitosa. Según detalló a BigBang la directora provincial de Hemoterapia, Nora Etchenique, hubo 150 pacientes con coronavirus que recibieron transfusiones de plasma, la parte líquida de la sangre que contiene los anticuerpos generados por pacientes recuperados que, antes de donar de forma voluntaria, debieron esperar al menos 30 días. Otras 16 personas fallecieron, y aunque aún estudian cuál era su cuadro de salud al momento de la intervención, afirman que fue aplicado de forma tardía.
El primer paciente al que se le aplicó plasma fue un hombre de 59 años, en el hospital de Trauma Federico Abete, de Malvinas Argentinas. Según supo este medio, estuvo internado 40 días, 20 de ellos con respirador, ya fue dado de alta y en los próximos días hará su donación.
Etchenique explicó que el plasma se debe aplicar cuando el paciente se encuentra internado y comienza a disminuir la saturación de oxígeno en sangre. “Cuando el plasma se aplica en esa etapa funciona muy bien, todavía es un ensayo clínico, pero nos da una buena esperanza”, analizó en diálogo con este medio. La idea del Ministerio de Salud bonaerense, a cargo de Daniel Gollán, es darle un fuerte impulso a las donaciones, con el objetivo de evitar llegar al colapso de las camas de terapia intensiva.
Sólo en la provincia de Buenos Aires hay 232 pacientes internados con coronavirus en unidades de terapia intensiva (UTI). A nivel a nacional la cifra escala a 457. A eso hay que sumarle los internados en UTI por otras patologías. En la Ciudad de Buenos Aires hay 193, casi treinta más que hace una semana.
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ESPERANZA, PERO CON CAUTELA
El coordinador de la Dirección de Sangre y Medicina Transfusional del Ministerio de Salud de Nación, Daniel Fontana, detalló a BigBang que los protocolos para las transfusiones con plasma comenzaron a ser elaborados hace dos meses. “Se investiga que la intervención antes de los siete días de infección en pacientes que aún no desarrollaron enfermedad pulmonar grave el plasma puede evitar la progresión de la enfermedad”, sostuvo, aunque aclaró: “Todavía es experimental y no se comprobó con certeza su efectividad”.Esta semana se hizo la primera transfusión de plasma a un paciente en la provincia de Jujuy y ya se hicieron en Chaco, Corrientes y la Ciudad de Buenos Aires. La Provincia tiene su propio protocolo. En Santa Fe y Misiones días atrás ya se hicieron extracciones a donantes. Fontana afirmó que hay entre un 20 o 30 por ciento de pacientes que no tienen anticuerpos, por lo que antes se debe realizar un estudio. La semana que viene se harán más donaciones en los hospitales Posadas, El Cruce Néstor Kirchner, el Fernández y la Fundación Hematológica Sarmiento.
“Si me decís a mí, saldría con un cartel que diga 'plasma para todas, todos y todes', pero no es así. Realmente no tenemos datos científicos que nos avalen. Es llamativo que el plasma tiene efectos adversos pero nosotros no los detectamos, no sabemos si por la medicación que se les da a los pacientes y que los anticuerpos ataquen focos importantes”, señaló Etchenique. A nivel mundial hay países como Canadá y los Estados Unidos que aplicaron terapias similares.
La esperanza es tal que incluso apaciguó la grieta de la política: esta semana Máximo Kirchner y Cristian Ritondo presentaron juntos un proyecto de ley que crea una campaña nacional para la promoción de plasma sanguíneo, y declara “ciudadanos solidarios” a quienes donen. Hoy sería aprobado por la Cámara de diputados.
LA CLAVE ESTÁ EN LA DONACIÓN
Según el último reporte del Ministerio de Salud, emitido este jueves por la mañana, en la Argentina hay 14.788 personas recuperadas de coronavirus y 33.939 con la infección en curso. Por ahora, el plasma no alcanza para todos y todas. “La sangre es un elemento finito, no todo el mundo dona, no todos califican como donantes porque tienen enfermedades o se sacaron hace poco. De los recuperados, no todos pueden donar, primero porque no se cumplieron los 30 días necesarios para que no infecte. Además hay que determinar si califica como donante. Por ejemplo, si tuvo hepatitis B no puede; y si tiene una arritmia tampoco se le puede sacar sangre”, detalló Etchenique.
-Hay más de 30 mil personas con la enfermedad en curso. ¿Si menos de la mitad de los recuperados puede donar no podría alcanzar para abastecer a todos?
Sería fabuloso. Nosotros optamos por un método de donación a través de una máquina que centrifuga, manda el plasma a un reservorio y se reifunde el resto de la sangre al paciente. De ahí se pueden extraer hasta 800 centímetros cúbicos de plasma, suficiente para cuatro dosis. Con lo cual, en términos generales se compensa la poca cantidad de donantes con este método, que permite donar hasta 24 veces al año, a diferencia de una donación común, con la que sólo se puede hasta cinco veces.
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-¿Cada paciente requiere una sola dosis?Sí, y en el caso de que no haya sido suficiente se puede aplicar una segunda. De esos pacientes sólo tuvimos dos. A los híper obesos se les aplica directamente dos dosis.