27 Noviembre de 2017 11:53
El asesinato del comerciante Vicente Maillo en Río Gallegos (Santa Cruz) sacudió a los vecinos convencidos de que el hecho había sido resultado de una brutal entradera.
Maillo, a la izquierda, junto a dos de los conspiradores: su esposa y uno de sus hijos.
Sin embargo, el caso sumó un giro shockeante cuando la esposa, los hijastros y la suegra de la víctima fueron detenidos y acusados de ser los autores intelectuales del crimen.
Al parecer, Claudia Reina (54), la mujer de Maillo, sus hijos Luis (23) y José (34) y la abuela de ambos, María Carmen Espiritoso (83) urdieron en plan cuando se anoticiaron de que el hombre pretendía excluirlos de su herencia para repartir su patrimonio en vida a otros parientes.
La trama
Maillo, propietario de un bazar, tenía una fortuna de 17 millones de pesos amasada de la mano de sucesiones efectuadas luego de la muerte de su hermano y sus padres.
Y, al enterarse de que no recibirían un peso, Reina, sus hijos y su madre decidieron contratar un sicario para que terminara con la vida de Vicente, quien pereció apuñalado en el pecho y el cuello.
La esposa de Maillo, sus hijastros y su suegra, autores intelectuales del crimen.
El relato de los conspiradores, sin embargo, comenzó a derrumbarse poco a poco. A pesar de que habían denunciado una entradera, en la casa no faltaba ningún objeto de valor y, luego de la autopsia, se determinó que Maillo presentaba rastros de sedantes en su cuerpo.
La prueba final llegó de la mano de las filmaciones de las cámaras de seguridad, las cuales mostraban a Reina ingresando a la casa junto al sicario.
Luego de que se revelara la grabación, Espiritoso -quien por su edad tiene el beneficio de la prisión domiciliaria- confesó el crimen e intentó tomar responsabilidad del planeamiento del asesinato para intentar salvar al resto de los conspiradores. La policía, mientras tanto, busca ahora al autor material.
