01 Noviembre de 2024 13:01
El audio de uno de los carpinteros desaparecidos tras derrumbarse parte de un edificio de
diez pisos en la ciudad balnearia de Villa Gesell se viralizó este viernes.
"Están invirtiendo un montón de guita en algo que está prácticamente hecho pelota. Es como querer poner a punto la camioneta de Ali", decía la grabación.
Además, agregó: "La idea es que se saquen todas las heladeritas, las hagan plata, las vendan y que ya no sea mas apart hotel".
"Yo lo voy a hacer del sexto piso hasta el primer piso, más o menos acondicionarlo, y el año que viene, o cuando termine la temporada que seguiré, lo reemplazamos todo con Melamina y sin
puertas. Esta idea no le convenció al arquitecto, pero es lo que hay", concluyó el carpintero.
Cómo siguen los trabajos de rescate
"Seguimos igual, trabajando sin parar", fueron las palabras que dio el jueves el director de Operaciones de la Federación de Bomberos de Buenos Aires, Ramón Enrique Pared. Se trata de la persona que dirige la acción de rescate. Van detrás de Nahuel Stefanic y Dana Desimone, quienes suponen estaban en el mismo ambiente que Rosita.
La teoría fue sustentada por el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, quien contó que hallaron a la mujer "entre el edificio en pie y el sector de transición, aproximadamente a la altura del cuarto piso", que ahí llegaron "a través de un túnel" y que tardaron "dos horas en liberar el cuerpo".
El trabajo de los 194 efectivos de seguridad, los 153 bomberos, y hasta la brigada K9 está orientado a funcionar a través de estos túneles por los que los caninos especializados se trasladan en busca de indicios y para dar con quienes están bajo los escombros. Los otros desaparecidos son Javier Fabián Gutiérrez de 50 años y los plomeros Juan Ezequiel Matu de 38, Matías Alberto Chaspman de 27 y Mariano Raúl Troiano de 47.
A su vez, otro sector de rescatistas opera con maquinarias especializadas para retirar los pedazos más grandes de escombros. Estos son los que tienen un volumen de hasta 3.800 kilos, los cuales son retirados con esta grúa gigante de 25 metros, la cual se sumó a los trabajos de rescate durante la noche del último jueves.
Todos estas personas funcionan bajo la disciplina de un silbato que suena cada cierto tiempo también. Cuando se hace oír, todas las personas cercanas se quedan en absoluto silencio. El objetivo es que, en esos segundos de paz, puedan oír ruidos de sobrevivientes. Según testigos, en esos instantes lo único que se oye son los rezos en forma de murmullo de los familiares de los desaparecidos, que confían en un milagro para volver a ver a sus seres queridos.