“Estamos todos muy mal, destrozados. No podemos creer todo esto y me preocupa mucho mi hija”, dice Carlos Saettone, con la voz entrecortada, padre de Diana y suegro de Jorge Mangeri, el portero condenado a condena perpetua por ser considerado responsable del crimen de Ángeles Rawson. No sale de su conmoción; sólo repite que “están mal” y sostiene que Mangeri “es un señor”, según le dijo, en un breve diálogo, a BigBang.
A la izquierda Carlos, emocionado en la boda de su hija. Fotos: Revista Gente
Carlos es uno de las más de cien personas, entre familiares y vecinos, que estuvo presente en cada acto, marcha y concentración en reclamo de justicia por el portero. Se mantuvo junto a su hija en cada aparición mediática para defender a quién permanecerá en prisión según lo determinaron los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 9.
En diálogo con BigBang, contó que su hija Diana cuenta con asistencia médica porque no está bien. “Mi hija está muy mal, mal de salud. Esto empeoró todo. No podemos creer lo que está pasando”, dijo dolido.
Los familiares defendiendo al acusado del crimen de “Mumi”.
Diana es hija de un matrimonio de trabajadores correntinos y tiene cuatro hermanos. Mangeri y ella estuvieron de novios unos tres años hasta que se casaron, el 8 de febrero de 2003. Mangeri encontró entonces refugio en una nueva familia. Luego de unos años de vivir junto a sus suegros, le llegó la posibilidad de trabajar en el edificio de Ravignani, donde vive desde hace más de diez años. Allí pensaban formar una familia, pero los problemas de salud de su esposa les impidió tener hijos.
Mangeri en la escuela. Fotos: Revista Gente
Los cercanos a Mangeri siempre dijeron que es un tipo simpático, bonachón, sencillo, gracioso, rodeado de amigos, que nunca se mostró violento ni agresivo. Y que es un artesano muy creativo, hábil con la manos, al que le gusta recuperar materiales viejos y convertirlos en adornos, lámparas, en repisas o muebles. Además, es un ávido coleccionista de música.
Momentos de la pareja en sus buenos tiempos. Fotos: Revista Gente
En varias entrevistas la familia aseguró que Mangeri es un “perejil”. “A nosotros nos dijo que es inocente. Está protegiendo a mi hermana, lo amenazaron, tiene miedo”, sostuvo Raúl, un cuñado del encargado y afirmó que no dudaba en “poner las manos en el fuego” por él. Carlos sigue ese pensamiento. “Esto es una injusticia. Es un señor. No puede ser lo que dicen”, dijo escueto pero sin querer ampliar sus declaraciones por la sensibilidad del tema y por preservar a su hija.
Jorge Mangeri de pequeño. Fotos: Revista Gente
Por éstos días, Diana se quedará en la casa de su hermana para estar contenida, además de que cuente con apoyo médico para controlar su salud. Ella fue diagnosticada hace cinco años atrás de cáncer y pese a que luchó por recuperarse, el cimbronazo de que a su esposo lo acusen de intento de abuso y asesinato de una joven le provocó un debilitamiento. Asimismo, Carlos debe ser operado de la vista y con el disgusto de la sentencia no se sentía bien para enfrentar la intervención.
LA FAMILIA UNIDA
Los sobrinos del portero también lo defienden, incluso mantienen la difusión de la defensa del sentenciado por las redes sociales. .
?Por parte de la familia Mangeri, el hermano mayor del encargado apareció en los medios cuando comenzaba a investigarse el caso, pero no fueron los que encabezaron reclamos ni marchas. Según trascendidos no habría buena relación entre ellos. Los allegador incluso cuentan que la mamá de Mangeri, Norma, es muy disciplinada y con cerrada por lo que no se supo su opinión sobre el caso ya que no está enterada por completo del hecho para evitarle un mal peor ante su avanzada edad.