El 2015 ya finaliza y comienzan a salir a la luz los ránkings más extraños de la temporada. A pesar de que muchos creen que son sólo animales, los perros también pueden hacer reír a los humanos a carcajadas.
Estas mascotas tuvieron distracciones tan inusuales que lograron meterse en esta clasificación. BigBang muestra cuáles son los perros que lograron ganar el premio a los “más raros del año”.
El perro se lanza a la piscina para agarrar su juguete.
La página web Buzzfeed se dedicó a seleccionar a los canes con las actitudes más raras del 2015. A continuación, el detalle:
Un caniche toy que pide pista: Este perrito sigue los pasos de su dueña, que hace “pole dance”. Como sue fuese un humano, el animal muestra su capacidad para agarrarse del palo y quedarse aferrado fuertemente a este ¿Próxima incorporación para el Bailando por un Sueño 2016?
El caniche pide ir al Bailando del año que viene ¿Lo llamará Marcelo Tinelli?.
Este cachorro de golden retriever se pasó de emoción y terminó siendo prisionero de su propio juguete:
La pelota fue traicionera con el cachorro.
El encierro le hizo perder la cabeza a este labrador. Como no pudo salir a cazar bichitos porque llovió durante varios días, el perro prefirió atrapar un arcoiris reflejado en la pared de su casa.
El perro se prepara para atacar los arcoiris que se reflejan en la pared.
El más grande no siempre es el más fuerte. Este boxer se asusta ante los ataques del pequeño gato que intenta bajarlo de la cama ¿Quién habrá ganado la pulseada?
El gato no quiere compartir su espacio.
Estos cachorros molestan a su hermano menor, que sin darse cuenta fue víctima de una broma de mal gusto: quiso tomar agua del inodoro y lo terminaron empujando.
El sediento cachorro terminó adentro del inodoro.
Este perro intentó hacerse el adulto y miró una película de terror. Su dueña le sacó una foto en el mayor momento de tensión ¿Se animará a seguir viendo film de este género?
Las películas de terror son para adultos.
Este shih tzu es tan hambriento que le roba los cereales del desayuno a su dueña y se los come en el baño mientras hace desastres en la ducha.
Yo no fui: una perrita sabe que hizo algo malo.
Se acercan las fiestas y este pug no quiere quedarse sin comida, por eso se sienta en la mesa y espera la cena sobre el plato del pollo de Navidad.
Un perro educado: espera su comida sobre la mesa, sin tocar ningún otro alimento.
Este perrito siempre le tuvo miedo al mar. Le hicieron escuchar un caracol, le recordaron su gran temor y así fue su tímida expresión:
La expresión del cachorro cuando escucha el ruido del mar.
Un perro con pocas pulgas: este pug no se banca que lo molesten, por eso mira “con cara de asesino” si lo tocan.