Un humo negro invade el bolsillo de los fumadores. Desde ayer, los cigarrillos aumentaron un 40 por ciento y un atado de 20 puede costar hasta 44 pesos. Por eso, las estrategias para hacerle frente al vicio de la mejor manera no se hicieron esperar. Desde el tabaco armado hasta el cigarrillo electrónico, muchos buscan evadir el aumento sin dejar de fumar.
Una pregunta marcó lo que sintieron muchos fumadores desprevenidos con las subas que comenzaron a regir ayer en todo el país: “¿Cuánto?”. Desde ayer, los paquetes de cigarrillos cuestan un 40 por ciento más, y la mayoría de las marcas que estaban a $27 pasaron a valer $42. Por eso, no son pocos los que ya buscan alternativas para no abandonar el vicio, aunque sí hacer un ajuste.
El costo elevado de fumar hace que muchos fumadores decidan realizar un ajuste.
Una de las medidas adoptadas por muchos fumadores es mudarse del clásico paquete de cigarrillos al tabaco para armar. La “ventaja” es que es más económico, ya que con un paquete de $44 se pueden armar unos cincuenta cigarrillos, treinta más que en un paquete comprado en cualquier kiosco por un precio similar.
A eso, hay que sumarle el papel para armar, que se consigue a unos $16 en la mayoría de los kioscos y trae 50 sedas, así como también los filtros, que se compran por una cantidad más grande: el paquete de 120 filtros tiene un valor en el mercado de $44. De este modo, armando los propios cigarrillos, el fumador pagará unos $82 por 50 cigarrillos, contra los $107 que abonaría en un kiosco por la misma cantidad.
El nuevo precio de los cigarrillos ronda entre los 35 y los 44 pesos.
De todos modos, los fumadores de tabaco para armar su gran mayoría fuman menos cantidad que quienes compran los atados, sobre todo por una cuestión del tiempo que se pierde en armar, además de que hay que tener todos los elementos: el tabaco, los filtros y los papelillos.
El tabaco para armar requiere un poco más de tiempo y paciencia, pero es más económico.
EL TABACO ELECTRÓNICO, OTRA DE LAS OPCIONES
Pero para quienes estén pensando en abandonar el tabaco en sus variadas maneras, otra de las alternativas es la adquisición del cigarrillo electrónico, un instrumento que supo ser polémico en la Argentina, ya que fue prohibido por el Ministerio de Salud en 2011 Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica.
El cigarrillo electrónico está prohibido, pero igual se vende en la Argentina.
Sin embargo, varias empresas los venden y en el exterior se puede conseguir casi sin problemas. Cinco años atrás, cuando se promocionaba como una estrategia para dejar de fumar, o hacerlo de una manera menos dañina. Pero las autoridades concluyeron que no había pruebas suficientes de que eso fuera cierto. E incluso, que no había pruebas suficientes que determinen si era seguro para el consumo humano.
Por Internet se comercian como un kit, donde lo único que se “renueva” es el líquido vaporizador. El aparato oscila entre los $600 y los $1500, dependiendo la calidad y las marcas. Y los líquidos, que incluyen diversos sabores y gustos se renuevan una vez por mes y valen $250.
El valor de los cigarrillos electrónicos oscila entre los $600 y los $1.500.
CUÁNTO GASTA UN FUMADOR POR MES
Un fumador promedio que consume 10 cigarrillos por día, a lo largo de una semana habrá gastado alrededor de $161; mientras que al final del mes, la cuenta será aún más abultada: $644. En cambio, quienes fumen un atado de 20 al día, en una semana gastarán $294, lo que al mes sumaría unos $1.176.
Por eso, y como no todas las marcas tienen el mismo costo, muchos fumadores se “mudan” de marca como estrategia para que los aumentos no impacten tanto en su economía cotidiana. Por caso, no es lo mismo para un fumador que gastaba $27 por día en un atado de una primera marca, pasar a gastar $42 que $33.
El nuevo costo de un atado de cigarrillos representa a unos seis viajes en colectivo.
Por eso, las marcas alternativas de las dos grandes compañías tabacaleras - Massalin Particulares y Nobleza Piccardo - podrían recobrar aún más peso. Por ejemplo: un fumador de una primera marca que gastaba por paquete unos $28, ahora gastaría $43. En cambio, si se muda a una marca más económica de la misma tabacalera, podría ahorrar hasta siete pesos por cada paquete.
De todos modos, no son pocos los que ante el aumento del 40 por ciento en los cigarrillos oficializado por el Ministerio de Hacienda ya piensan en dejar de fumar. En definitiva, esa es la mejor técnica: por ahorro, pero sobre todo por salud. En 12 meses, una persona que fumaba un atado diario con los nuevos precios gastaría $14.112, lo mismo que un pasaje ida y vuelta desde Buenos Aires a la ciudad de Nueva York.