29 Noviembre de 2016 10:43
Fue como abrir una caja de Pandora. La actriz Antonella Costa vio en Facebook un video horroroso, que la movilizó.
Antonella Costa decidió contar los diferentes tipos de acosos y abusos que vivió como actriz.
Es una entrevista en la cual el cineasta Bernardo Bertolucci confesaba que Marlon Brando y él no le habían avisado a Maria Schneider lo que iban a hacer en la famosa "escena de la manteca" de la película Último tango en París. En otras palabras, que lo que creemos es una escena "realista" no es otra cosa que un abuso sexual. Muy cínico y a la vez muy sincero, Bertolucci afirma allí: "Me siento culpable, pero no me arrepiento". Antonella decidió repostear la entrevista y, al mismo tiempo, contar una serie de experiencias de diferentes formas de abuso y acoso que le había tocado vivir en diferentes rodajes.
Antonella escribió: "Dedicado a la vestuarista que dejó tiradas fotos de mi cuerpo desnudo que, siendo una adolescente, me saqué por motus propio por pedido y para uso exclusivo del director y la directora de arte. A los colegas que las encontraron y en vez de avisarme o destruirlas las usaron para burlarse de mí. Al director que a mis 21 años puso en la casetera del motorhome el VHS del crudo de la escena en la que me bañaba, para que lo vieran todos. A los extras que aprovecharon una toma para manosearme entera. Al asistente de dirección que me pidió que no dijera nada porque necesitábamos seguir filmando. Al actor que le sugirió a la directora meterme "bien la mano" en mi sexo sin consultarme antes, y que me humilló delante del equipo técnico por haberme negado a acostarme con él, y a tantos otros a los que me enfrenté, negándome simplemente a hacer lo que no quería hacer, y que no era parte del pacto ni del proceso creativo.
Antonella denunció las "actitudes cobardes y perversas" que le tocó vivir como actriz.
Sepan que por cada uno que hizo o avaló alguna de estas actitudes cobardes y perversas, hubo muchísima gente que no lo hizo, que me escuchó, me ayudó y sostuvo mi postura digna evitando, muchas veces, males mayores. Esos se convirtieron en mis amigos, y hasta uno de ellos es el padre de mi hijo. Esas son las personas con las que decido compartir mi vida y mi intimidad. A ellos les agradezco y los abrazo una vez más. Por suerte, son la inmensa mayoría".
Consultada por BigBang, la actriz declinó amablemente ampliar sus declaraciones o hacer nombres. Si se leen con atención los comentarios de sus contactos, se podrán descubrir otras situaciones que tienen como protagonistas a otras actrices, otros directores, tanto en el cine como en el teatro. La vulnerabilidad de una actriz que da lo mejor de sí para hacer su papel es, a menudo, un territorio propicio para perversos y psicópatas que se aprovechan en nombre del arte.