El gasista Cristian Ricobene, que revisó la escuela N° 49 de Moreno antes de que ocurriera la explosión que provocó dos muertes, fue detenido el lunes por la tarde, luego de que la fiscal que investiga el caso decidiera imputarlo por los delitos de "homicidio culposo agravado y defraudación a la administración pública".
Alojado en la DDI de General Rodríguez, finalmente el profesional fue trasladado para declarar antes la Justicia, donde reveló que tenía la matricula vencida, y donde explicó que la pérdida de gas se produjo por una válvula mal colocada en una de las estufas.
Cristian Ricobene declaró que creyó haber dejado todo en orden en la escuela.
Después de haber sido apresado por orden de la fiscal Gabriela Urrutia, el gasista finalmente declaró este martes ante la mirada de los investigadores, quienes le preguntaron qué había ido a revisar a la escuela el día anterior al accidente.
La muerte de la vicedirectora Sandra Calamano y del auxiliar Rubén Rodríguez ocurrió el jueves 2 de agosto antes de las 8 de la mañana. Según contaron los testigos que ya declararon, el día anterior a la explosión un gasista enviado por el Consejo Escolar de Moreno había asistido a la institución por una pérdida de gas en la cocina.
Rubén Rodríguez es una de las víctimas que perdieron la vida en la escuela N° 49 de Moreno.
Varios docentes de la escuela revelaron que el profesional revisó las instalaciones y que le aseguró a Calamano que ya había solucionado todo. Sin embargo, al otro día la vicedirectora volvió a sentir olor a gas, por lo que llamó nuevamente al gasista para decirle que quería suspender las clases y que necesitaba que fuera hasta al colegio para determinar qué pasaba. Ricobene llegó a la escuela 1 hora después, cuando lo peor ya había pasado y el panorama era totalmente desolador.
Denuncias, quejas y dolor: la escuela había reclamado seis veces por fugas de gas
En este terrible contexto, los investigadores indagaron al acusado, quien explicó que luego de revisar, creyó que "estaba todo en orden", ya que había revisado la totalidad de la cañería.
Sin embargo, comentó que tenía la matricula suspendida, y que esta lo habilitaba nada más para trabajar en casas, y no en instituciones. Sobre esto, contó que trabaja con el Consejo Escolar de Moreno desde el año 2016, y que siempre se había dedicado a inspeccionar escuelas y a hacer tareas de plomería.
Sandra Calamano había llamado al gasista por una pérdida en una estufa.
Finalmente, acerca del llamado que recibió de la vicedirectora, dijo que el día anterior a la explosión Calamano se comunicó para decirle que había olor a gas en la escuela, y que cuando llegó al lugar pudo determinar que el problema provenía de una válvula mal puesta en una estufa.
Además, aclaró que la docente le dijo que iba a dejar prendido el ventilador toda la noche para airear la habitación, por lo que él cree que ese factor generó que la explosión sea tan grande.
Los investigadores creen que la explosión pudo haberse provocado por una falla en un ventilador.
Del mismo modo, ahora los investigadores creen que el estallido se habría generado por un chipazo en el ventilador encendido y que, el contacto con el aire externo, sumado a la habitación llena de gas, produjo un combo mortal.
Por el momento, el gasista seguirá detenido, acusado de haber cometido un "homicidio culposo agravado y defraudación a la administración pública", pena que prevé una condena máxima de 5 años.