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Fabbiani desde el epicentro del sismo: "Pensé que moría"

El futbolista, que actualmente se encuentra jugando en Ecuador, relató cómo vivió el terremoto de magnitud 7,8 en la escala Richter que sacudió en la noche del sábado al país petrolero. "Estamos vivos de milagro".

17 Abril de 2016 11:08
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Cristian Fabbiani, actual jugador de Liga de Portoviejo, de Ecuador, se llevó un gran susto el sábado por la noche. El futbolista contó en primera persona lo que sintió por el terremoto que sacudió al país petrolero.

El "Ogro" jugando en Ecuador.

El "Ogro" relató que "fue la peor noche de su vida" y confesó que en un momento "pensó que se moría".

Además, utilizó su cuenta de Twitter para avisarle a sus familiares y amigos que él y su familia estaban bien: "Fue la peor noche de mi vida junto a la familia y a los compañeros argentinos. Estamos vivos de milagro por el terremoto que vivimos".

También compartió fotos de cómo quedaron las calles ecuatorianas luego de esta catástrofe natural y describió: "Qué locura Dios".

Q locura dios ?? pic.twitter.com/XZM5eTzL6z

- ogro23? (@elogro23)

17 de abril de 2016

El terremoto

El sábado por la noche se registró en Ecuador un sismo de 7,8 grados en la escala de Richter. El gobierno declaró el "estado de emergencia" en seis provincias y aseguró que los servicios de ayuda están operativos al cien por ciento. 

?#AHORA El Paso de Nivel de Guayaquil se Cayo por el Fuerte Terremoto M7.8 en Ecuador.

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© @pamela_cortesss pic.twitter.com/dSb3CBUU0t

- Sismologia Mundial (@SismoMundial)

17 de abril de 2016

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, confirmó en la mañana del domingo que la cifra oficial de fallecidos por el terremoto ascendió a 233.

Cifra oficial de fallecidos sube a 233. Barrio Tarqui de Manta muy afectado. Pedernales destruido. Vicepresidente se dirige a Portoviejo...

- Rafael Correa (@MashiRafael)

17 de abril de 2016

El sismo tuvo su epicentro a 27 kilómetros al sureste de Muisne, Ecuador, en un área poco poblada de puertos pesqueros populares entre turistas y tuvo una profundidad de 19 km. Además, se sintió con fuerza en Quito, a unos 170 kilómetros del origen, donde los residentes se reunían en las calles por temor a las réplicas.