Samoa, Tonga y Kiribati, ubicados en pleno océano Pacífico, fueron los tres primeros países en celebrar el Año Nuevo. Horas después, el festejo colmó a los pobladores de Nueva Zelanda y Australia.
La Sky Tower, centro de los festejos en Nueva Zelanda.
En Auckland, la ciudad neozelandesa más grande, la Sky Tower fue el epicentro al que se dirigieron miles de personas para disfrutar de un increíble show de fuegos artificiales.
En Sidney, los fuegos artificiales partieron del puente del puerto.
En Australia, mientras tanto, la pirotecnia se concentró en el puerto de Sidney, con una exhibición que incluyó un arco iris fluyendo desde el puente del puerto en celebración de la reciente aprobación del matrimonio gay en el país.
En Japón, la tradición marca la llegada del Año del Perro con rezos en los santuarios sintoístas y cenas con alimentos típicos. Momentos después, los festejos también se inauguraron en Corea del Sur.
En Corea el festejo llegó con varios espectáculos.
Y así, mientras las celebraciones se dispersan a lo ancho del mundo, los últimos en llegar a 2018 serán los residentes de la isla de Hawai, que brindarán siete horas después que los argentinos.