Seis días de total y completo horror fueron la marca indeleble que una mujer de 45 años recibió de parte de Néstor Monzón, un fisicoculturista que la secuestró y la sometió a todo tipo de vejaciones. Además hizo que la violaran sus amigos.
Monzón, el fisicoculturista que secuestró y vejó a una mujer en La Plata.
La víctima -cuyo nombre se reserva para resguardar su intimidad- llegó a casa de Monzón por mediación de otro hombre, quien supuestamente la recomendó para realizar tareas domésticas,
El fisicoculturista inmediatamente la privó de su libertad para luego golpearla y abusarla sexualmente durante seis días, actos de los que también habrían participado otros hombres. Además, no le suministró ni agua ni comida.
Terminado el infierno, la abandonó cerca de la casa de un familiar. "Estaba en muy malas condiciones, casi sin poder hablar", contó el fiscal que investiga el caso, Marcelo Martini. La mujer denunció el hecho en la comisaría de Gonnet (La Plata).
Monzón, según revelaron fuentes judiciales, ya tendría una denuncia previa por violencia de género presentada por una ex pareja.
¿Otro "trofeo"?
Uno de los detalles que trascendieron del cruel tratamiento al que Monzón sometió a la víctima tuvo que ver con el hecho de que habría conservado los borceguíes de la mujer como "trofeo de guerra".
¿Otro "trofeo de guerra" del abusador?
Y una inspección del perfil de Facebook del fisicoculturista y personal trainer arroja una fotografía que, vista a la luz de lo ocurrido, toma un tinte escalofriante: la imagen de un corpiño atado a la reja de una ventana con la leyenda "es del Ardilla". ¿Otro "trofeo" macabro?
Monzón, a la derecha, en un gesto obseno y desafiante.
En otra llamativa fotografía, a todas luces escaneada de un antiguo original de papel, Monzón aparece tomándose los genitales en gesto burlón acompañado por otros dos hombres.
Monzón ofrecía clases de diversas disciplinas físicas.
Otras imágenes muestran participaciones en certámenes de fisicoculturismo y artes marciales, además de un presunto certificado de cursado de tae-bo en Florida (Estados Unidos) que acredita su egreso con el mejor promedio de la clase.
Un "guacho tierno"
"Antes era boxeador, matón y patovica. Ahora soy un 'guacho' tierno", se define insólitamente Monzón en un posteo de Facebook. "Vivo solo con Octavio hace cuatro años, hago los deberes y estoy en paz", agrega en referencia a su hijo.
Monzón se define como "un guacho tierno".
"Lavo guardapolvos y coso botones", describe. "No sé si es una bendición estar solo con un hijo o ser una lavandera. Estar con Octavio me da paz, lo lindo que es abrazarlo todos los días. Lo amo, es mi hijo, es lo más lindo que me pasó en la vida".
Otro texto parece sugerir problemas de drogas del fisicoculturista.
Mientras tanto, otro de los textos parece sugerir un problema, pasado o presente, de Monzón con el consumo de cocaína.