La red de sociedades y negocios que atraviesan a Genaro Aversa arrojó un lazo particular. El ex yerno de Julio Humberto Grondona, quien se desempeñó como tesorero del club Arsenal de Sarandí entre 2012 y 2015, es presidente de una sociedad propiedad de Fernando Mitjans, presidente del Tribunal de Disciplina del fútbol argentino, quien saltó a la fama tras los escandalosos audios en los que el presidente de Boca, Daniel Angelici, le pide que baje la pena a dos de sus jugadores.
La firma en cuestión, Quilmes S.A., se creó en septiembre de 2011, y tiene como objeto la compra, venta y alquiler de inmuebles, además de la construcción de edificios. De acuerdo a los registros a los que accedió BigBang, Mitjans es propietario del 75 % de la firma, mientras que el 25 por ciento restante corresponde a la firma Rofedes S.A. la cual también se dedica al rubro inmobiliario.
Liliana Grondona, esposa de Genaro Aversa.
Este sitio intentó comunicarse con Mitjans para conocer detalles del vínculo que lo une con el yerno de Grondona, pero no obtuvo respuesta. El nexo es particular, si se tiene en cuenta que Genaro Aversa integró durante tres años la comisión directiva de un club de primera división que debía someterse a los fallos del tribunal que dirigía su socio.
Mitjans, presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA.
El apellido Mitjans ocupó buena parte del prime time televisivo y la portada de los principales diarios meses atrás, luego de que saliera a la luz una serie de audios en los que Daniel Angelici, presidente de Boca, le pide que no les den muchas fechas de sanción a Cristian Erbes y Leandro Marín, quienes habían sido expulsados en un amistoso ante Racing, de forma tal que pudieran jugar el partido ante Vélez que decidía un ingreso en la Copa Libertadores de América de 2015.
Mitjans llegó a la AFA en 1995 y creció con el correr de los años, a tal punto que se desempeñó como el número dos del Comité de Apelaciones de la FIFA. Sin embargo, el Consejo de la entidad rectora del fútbol decidió no postular al escribano para un nuevo mandato de cuatro años.
Sociedades
Los últimos días fueron convulsionantes para Aversa. La semana pasada, al testimonio de Alejandro Burzaco, ex CEO de Torneos y Competencias, quien brindó precisiones sobre el entramado de sobornos en el fútbol mundial, el banquero Jorge Arzuaga, otro de los arrepentidos, aseguró que el esposo de la única hija mujer del ex mandamás del fútbol argentino tenía dos cuentas en el banco Julius Baer de Zurich, Suiza, donde descansan parte de las coimas que habría recibido su ex suegro. Tras la explosiva declaración, su figura -y patrimonio- quedaron bajo la mira.
Grondona, salpicado por el pago de coimas.
En rigor, los negocios de Aversa, quien se casó con Liliana Grondona, están vinculados a nueve sociedades, cuyas actividades son variadas y van desde la construcción, hasta la explotación de restaurantes. Su diversidad empresarial es tan amplia que incluye una firma dedicada a la compra y venta de aeronaves.
La extraña red de sociedades del yerno de Grondona comenzó en 1997 cuando su nombre apareció en la firma Conenar s.a, una constructora que tenía entre sus principales socios a Gustavo Miculitzki, presidente de la Sociedad Inmobiliaria del Nuevo Puerto SA, Jorge Fernández Prieto, Alberto Horacio Fernández, y a Julio Ricardo Grondona (hijo de Humberto). Según publicó Infobae, la firma realizó proyectos de gran envergadura como Terrazas de Madero, Terrazas del Dique y Terrazas del Yacht.
En el 2000, figuró como presidente de Chacabuco Motor Sport SA, una empresa dedicada a la explotación de la publicidad por radio, tv, cine, diarios, revistas y la vía pública, además de realizar eventos culturales, artísticos y deportivos.
Julio Ricardo Grondona participó en varias sociedades de Genaro.
Meses después participó de La pesadilla S.A, junto a Liliana, su esposa, y el escribano Atilio Ruben Di Pace, una firma dedicada a la actividad agropecuaria y la explotación de establecimientos rurales, ganaderos, agrícolas, frutícolas, forestales y cereales.
Aversa fundó en 2002 la empresa Constructora Deportiva SA, que tan sólo 365 días después se adjudicó la licitación -como publicó Clarín- para las obras del estadio de Arsenal, club en el que manejaría las finanzas 10 años después.
Dos años más tarde, se hizo accionista de la firma Limay S.A. dedicada a los negocios turísticos y hoteleros. La sociedad estaba integrada por Guillermo Javier Petti, Roberto Petti y Julio Ricardo Grondona. En 2016, el directorio sufriría cambios tras la remoción del primero, quien luego denunció un emprendimiento hotelero presuntamente ligado a maniobras de lavado de dinero.
Guillermo Petti denunció que el hotel "Fueguino Hotel", un establecimiento de 4 estrellas ubicado en la capital de Ushuaia, puede estar presuntamente ligado a maniobras de lavado de dinero. El empresario acusó una serie de maniobras consistentes en haber obtenido sumas millonarias provenientes de créditos tramitados por la sociedad, y en lugar de aplicarlos al hotel, haberlos "desviado hacia terceros desconocidos", perjudicando -así- su participación en el negocio, según una investigación de Telam. Por estas supuestas irregularidades, interviene en el caso desde el año pasado la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC).
El hotel de la polémica.
En agosto de 2007, Genaro figuró como socio en Conenpa S.A., nuevamente junto a Pablo Humberto Aversa, Julio Ricardo Grondona, y la firma KVV ingeniería SRL. El negocio también estaba vinculado a las operaciones inmobiliarias.
A estas firmas, se suma Aires Inversiones S.A., en la cual figura como socio junto a su esposa, dedicada a la compra, venta, permuta, leasing, distribución, importación de aeronaves, helicópteros, camiones. La empresa contó con un capital inicial $1.500.000.
Por último, Genaro figura como socio en AL DENTE PUERTO MADERO SRL, la cual tiene como objeto dedicarse a la gastronomía (catering, restaurante, bares), aunque la firma cuenta con una pata agropecuaria, inmobiliaria y de transporte. La firma en cuestión es reconocida por ser la propietaria de uno de los restaurantes más famosos de Puerto Madero, donde solía cenar el ex mandamás del fútbol argentino.