12 Mayo de 2016 03:14
Un símbolo, un emblema y un mascarón de proa. Austral Construcciones, la empresa del hoy preso Lázaro Báez, cerró definitivamente, aunque ya era una entelequia que desafiaba los vientos del sur inmóvil, casi abandonada. Murió, dicen muchos, junto con el kirchnerismo y era el arquetipo de la corrupción K.
Llegó el fin para una de las más grandes empresas de Báez.
Austral Construcciones, durante los últimos 12 años, recibió cerca del 80% de la obra pública nacional y, sólo en Santa Cruz, ganó 51 de las 80 licitaciones otorgadas. Pero cuando el 6 de abril Báez quedó detenido por decisión del juez federal Sebastián Casanello ni bien puso un pie en el aeropuerto de San Fernando, ya se adivinaba el desenlace: en las últimas horas, sus familiares en Río Gallegos decidieron bajar la persiana.
Más allá de estar en la mira de la Justicia por los delitos de lavado de dinero y evasión fiscal, Austral Construcciones afronta un complejo escenario financiero. Según Clarín, la empresa de Báez libró 508 cheques sin fondo por un total de $ 32 millones, y solicitó un crédito en el Banco Nación de $ 160 millones que la entidad financiera ya calificó "con alto riesgo de insolvencia".
Tampoco se pagaron las cargas patronales del personal y se adeudan sueldos. Por otro lado, tiene un embargo de 300 millones de pesos. Claro, eso es sólo una gota en el océano de "negocios" que llevó a cabo. Se manejaron más de 20.000 millones de pesos.
Luego de la detención de Báez, la empresa quedó a manos de su familia.
Desde enero, la empresa quedó a cargo de Luciana Báez, la hija mayor del empresario K. Bajó su gestión, Austral Construcciones redujo en un 50 por ciento el personal cuando se declaró sin liquidez. Ahora, para poder hacer el pagos a proveedores y una eventual entrega de maquinaria, los Báez deben recibir autorización expresa de la Justicia. El próximo paso será el pedido de quiebra.
"Por más que saldemos deudas, a qué licitación nos podemos presentar, no vamos a ganar nada más", reconocieron en el entorno del ex hombre de confianza de los Kirchner.