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Fotógrafo y traductor del caos: "El Indio no entendía qué gritaba la gente"

Un fotógrafo, que junto a otros trataba de explicarle a Solari que los fans gritaban por ayuda, contó a BigBang detalles del tenso momento. La desesperada situación de los que sufrieron el ahogo y los empujones previos a la avalancha.

14 Marzo de 2017 18:24
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No se entendía lo que pasaba. La avalancha letal estaba produciéndose y la confusión estaba instalada. El sábado por la noche, en Olavarría, el fantasma de la tragedia pasó por el recital del Indio Solari.

En un momento, apenas cuando había tocado 3 o 4 temas, el cantante detectó tumultos hizo parara la música y preguntó que pasaba. “¿Qué hay, un desmayado? ¿Qué es lo que están haciendo ahí?”, preguntó el Indio, ya con las luces prendidas y los instrumentos apagados, luego de notar que algo extraño sucedía a pocos metros del escenario.

Los fanáticos pedían ayuda a los gritos.

"El Indio se acerca a nosotros y nos preguntó qué estaba diciendo el público. Él no entendía las señas que hacía la gente y menos qué decían. Todos gritaban y había personas que se caía al piso y no podían levantarla por la presión de la multitud", repasa el fotógrafo y periodista, Andrés Arouxet.

El momento en el que el Indio no comprendía lo que pasaba.

Arouxet estuvo a metros de donde se produjo la avalancha. Estaba en el espacio reservado para la prensa. Él fue uno de los que le explicó al ex líder de los Redonditos de Ricota lo que estaba sucediendo. 

Los empujones no se detenían y faltaba el aire.

“Hay gente en el piso, por favor. A ver, la gente de seguridad”, reclamó el Indio instantes después de comprender los hechos. Pero sus palabras no frenaron los empujones y el desmadre desatado

Insisitió un poco más pero sin resultado. “Calma a los que están atrás, por favor. Hay mucha gente, hay que tener mucho cuidado. Habíamos quedado en que nos cuidábamos. Arriba, por favor: levántenlos. La genta de defensa civil, ¿dónde está?”, se preguntó antes de abandonar el escenario por el lateral derecho. 

“Hay gente en el piso, por favor. A ver, la gente de seguridad

El Indio volvió al escenario luego de evaluar si continuar o no con el espectáculo.

La situación no era simple y según relata Arouxet, nadie imaginaba el resultado de los empujones. "La gente caía al piso desplomada. No podían sacar por la presión de la gente. A los gritos había jóvenes pidiendo que seguridad ordene la situación. Todo era caótico. Vi gente que estaba aplastada, era imposible de solucionar porque había mucha gente", suma. 

 

Andrés, decidido a ir en búsqueda de la foto de tapa de su medio, se apostó desde temprano en una valla frente al escenario. Tenía el ángulo y la distancia justa para fotografo a uno de las máximas figuras del rock. 

"No imaginamos nada de lo que pasó. Era un recital más para mi en ese momento. Pero comenzamos a ver que sacaban gente que estaba muy mal. Alcoholizados como mínimo. Todos pedían ayuda para que los saquen de ahí. Estaban desesperados", detalló. 

Las imágenes registradas por los reporteros muestran cómo el cantante habla con su guitarrista sobre la situación. "El indio pidió que todos hicieran tres metros para atrás para descomprimir la presión que había contra la gente de adelante. Pero resultaba imposible que todos se movieran", contó Arouxet.  

"Comenzamos a ver que sacaban gente que estaba muy mal. Alcoholizados como mínimo.

Los accesos fueron liberados y denuncian que no se realizaron controles.

Según calculan las autoridades locales, la cantidad del público duplicó el número de personas por el cual estaba habilitado el predio.

"El indio pidió que todos hicieran tres metros para atrás para descomprimir

La imagen de la multitud.

Ante las dudas de continuar o no el show, gran parte del público comenzó a corear su nombre y el Indio regresó, aunque ofuscado.

“No. Si siguen empujando así no vamos a poder terminar el show. Desgraciadamente si se junta mucha gente, no se puede controlar esto”, insistió y suspendió de modo momentáneo el show. Al día de hoy, nadie sabe si el cantante sabía que acababan de morir dos de sus seguidores y decidió continuar igual.

Arouxet se quedó junto a los demás fotógrafos. Observó cómo retiraban a algunas personas descompuestas y también fue testigo del momento en que los médicos atendían a una joven en muy mal estado. Esa imagen lo impactó. 

Cuando terminaron las canciones que forman parte de la "misa" ricotera, sin soltar su cámara Arouxet emprendió la vuelta a su casa mientras era testigo de cómo los fanáticos intentaban orientarse para también regresar a sus hogares.