El fallecimiento del Papa Francisco este lunes generó una fuerte conmoción en la opinión pública de la Argentina, y logró que cientos de referentes políticos se despidieran del santo padre de la Iglesia Católica. Entre estos se encuentra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien lo despidió conmovida y compungida, totalmente alejada del enfrentamiento que supo tener junto a su marido Néstor Kirchner contra Jorge Bergoglio, cuando era arzobispo de Buenos Aires.
"La primera vez que estuve con Francisco en marzo del 2013 le dije que, como a Megafón, lo esperaban batallas celestiales. Se rio mucho y me dijo: 'Es mi libro preferido, me encanta Marechal'. Coincidimos en que 'Megafón, o la guerra', emblemática literatura de Leopoldo Marechal, era una de nuestras novelas preferidas. Esa era la primera vez que me reunía con él como Papa", recordó CFK en un tuit que le dedicó a Su Santidad esta mañana.
"Fue el rostro de una Iglesia más humana, con los pies en la tierra sin dejar de mirar el cielo. Te vamos a extrañar Francisco, la tristeza que tenemos es infinita", le dedicó hacia el final de la publicación que realizó en la red social X (ex Twitter). La despedida de la ex vicepresidenta de Alberto Fernández fue un nítido contraste a la referencia que había de Bergoglio en los años en los que el enfrentamiento político los separó de forma tajante.
Esto cambió a los pocos días de que Bergoglio asumiera como santo padre católico en marzo de 2013. Hasta el momento, la tirantez de la entonces presidenta y el arzobispo fue evidente, al punto de que evitaban ir al Te Deum habitual del 25 de mayo, siempre eligiendo ir a otras provincias para no celebrarlo en la Catedral porteña.
Si bien la primera reacción de Cristina a la elección de Bergoglio no fue muy resaltada, enseguida entendió el nuevo rol jerárquico mundial que pasaba a ocupar el hasta entonces cardenal y cambió su postura a un perfil completamente distinto, que dio lugar a las coincidencias entre ambos, más allá de las diferencias de hasta entonces.
"El Papa también comenzó a mostrarse más peronista", recordó durante la mañana del lunes el periodista Ernesto Tenembaum, en su programa ¿Y ahora quién podrá ayudarnos? de Radio con Vos. La reflexión es alrededor del perfil profundamente autocrítico y progresista que tuvo el mandato de Francisco al frente del catolicismo.
Los enfrentamientos políticos entre Néstor Kirchner y Bergoglio tuvieron sus momentos altos en los años en los que el "pingüino" fue presidente. En 2006, el entonces cardenal respaldó al obispo de Iguazú de aquel entonces, el catalán Joaquín Piña, quien encabezó el frente "Unidos por la Dignidad" como candidato a primer convencional constituyente, con el fin de impedir la reelección indefinida que impulsaba el entonces gobernador Carlos Rovira.
El presidente apoyó fervientemente al misionero, aunque finalmente no pudo lograrlo y esa derrota electoral terminó con el sueño de la reelección indefinida a nivel nacional. "Hay un Dios y Dios es de todos, pero cuidado, que el diablo también llega a todos, a los que usamos pantalones y a los que usan sotanas", lanzó Kirchner en aquella oportunidad.
Este enfrentamiento se agravó durante el primer mandato de Cristina, cuando desde el Gobierno nacional se impulsaba el matrimonio igualitario. "Les escribo estas líneas a cada una de ustedes que están en los cuatro monasterios de Buenos Aires. El pueblo argentino deberá afrontar, en las próximas semanas, una situación cuyo resultado puede herir gravemente a la familia. Se trata del proyecto de ley sobre matrimonio de personas del mismo sexo", alertó Bergoglio en su momento.
El proyecto que el entonces cardenal atribuyó a "una 'movida' del Padre de la Mentira", en referencia al diablo, tuvo la oposición de la Iglesia y, en palabras de Francisco, no se trataba "de una simple cuestión política sino de la pretensión de destruir el plan de Dios". "Pidan por ellos, por sus familias; que el Señor los visite, los fortalezca y consuele. Pidan para que ellos hagan un gran bien a la Patria", escribió en una clara presión hacia los legisladores nacionales.
Los años y su mandato como Papá también cambiaron esa faceta de Bergoglio, quien durante muchos años se expresó de forma contundente a favor de la comunidad LGBTQI+ y la relación con la religión católica. "Si una persona que es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?", fue una de sus frases más celebradas en relación a las diversidades.