26 Noviembre de 2017 07:30
Mientras que la Armada continúa con la búsqueda del ARA San Juan, el Ministerio de Defensa realizó una investigación sobre la reparación de media vida efectuada en el desaparecido submarino. El informe fue elevado a tres despachos oficiales en carácter de "secreto" y advirtió irregularidades en la compra de las baterías que habrían causado el cortocircuito de la nave.
Según consignó el diario La Nación, el reporte fue realizado por expertos durante el 2015 y 2016. En el mismo, se determinó que la Armada no cumplió con las normativas estándares durante la reparación y que se buscó direccionar la compra de determinados suministros en beneficio de proveedores.
"La información colectada resulta contundente al menos para sostener no sólo que esas contrataciones no se ajustaron al procedimiento administrativo reglado, sino además que el personal militar a cargo de las mismas posiblemente haya incurrido en conductas ilícitas que beneficiaron a las empresas adjudicadas, Hawker Gmbh y Ferrostaal AG", consigna el reporte.
Once días sin noticias: la cronoclogía de la agónica búsqueda
El lunes 13 de noviembre, el submarino ARA San Juan partió del puerto de Ushuaia en dirección a su base, en Mar del Plata. Aunque el recorrido debía resultar normal, como el resto de los viajes, algo pasó en la mañana del miércoles 15, y desde ese día a las 7.30, la tripulación no volvió a comunicarse.
Durante 8 días, la esperanza se mantuvo intacta, pero todo cambió cuando el vocero de la armada, Enrique Balbi, aseguró que se había reportado una explosión en la zona donde navegaba la nave. El panorama dejó de ser alentador y los familiares de los 44 tripulantes descartaron la posibilidad de encontrar a alguno de los marinos con vida.
Jueves 16. Cerca de las 23, comenzaron a circular las primeras informaciones en los medios, aún confusas, sobre la desaparición del submarino ARA San Juan.
En las primeras versiones se sostuvo que se había perdido la comunicación con el buque debido a un incendio en el banco de baterías que almacena la energía eléctrica.
El ARA San Juan se comunicó por última vez el miércoles 15 de noviembre.
Viernes 17. La Armada Argentina formalizó la pérdida de contacto con el ARA San Juan y comenzó el intento de localización del submarino.
Ese día, Oscar Aguad, el ministro de Defensa adelantó su regreso de Vancouver, Canadá, para trasladarse a Mar del Plata, en el marco del operativo.
Del mismo modo, los familiares y allegados de los tripulantes iniciaron su traslado hacia la Base Naval de Mar del Plata, con el objetivo de apostarse allí hasta recibir novedades de sus seres queridos.
Sábado 18. El vocero de la Armada Argentina aseguró en conferencia de prensa, que el problema que pudo haber tenido el submarino “pudo ser de comunicación” o también de “alimentación”.
Por aquel entonces, Balbi todavía no descartaba la posibilidad de que la nave hubiera sufrido un "black out" de baterías y que pudiera estar en la superficie.
Balbi aseguró que la nave pudo haber sufrido problemas con su batería.
Se declaró “el estado de búsqueda y rescate”, y el avión P-3 perteneciente al programa IceBridge de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos, sobrevoló la zona en busca del submarino.
Por último, al finalizar el día, el Ministerio de Defensa informó oficialmente que se detectaron durante el sábado siete llamadas satelitales que se habrían realizado desde el submarino y que no llegaron a enlazar con las bases de la Armada Argentina.
Domingo 19. El Conicet envió dos buques para sumarse a la búsqueda: el ARA Austral y el ARA Puerto Deseado. Ambos pertenecen a la flota científica. Zarparon desde el puerto de Mar del Plata rumbo a la zona de rescate con equipamiento de última tecnología.
Por su parte, la Armada Argentina preparó un minisubmarino, una campana de rescate y un vehículo sumergible de control remoto provisto por los Estados Unidos.
Durante el domingo, varias naves de búsqueda y rescaten se sumaron al rastrillaje.
Lunes 20. Balbi confirmó que se investigaron una serie de ruidos que se escucharon en el océano a 360 kilómetros de Península Valdés y durante el transcurso del día, se sumaron aviones de cinco países a la difícil misión.
Por su parte, el papa Francisco envió su “ferviente oración” por los tripulantes del submarino ARA San Juan y alentó “los esfuerzos” para encontrar el navío en el Atlántico Sur. Del mismo modo, el Ministerio de Defensa confirmó que inició un sumario interno para investigar responsabilidades en el procedimiento de búsqueda.
También, Mauricio Macri viajó a Mar del Plata para dialogar y solidarizarse con los familiares del ARA.
Macri se reunió con los familiares de los tripulantes.
Luego de la visita del presidente, Balbi sostuvo que el “ruido constante” registrado horas atrás no provenía del buque en cuestión, y admitió un hecho importante: en la última comunicación el comandante del submarino reportó un “problema en las baterías, un cortocircuito”, por lo que salió a superficie para avisar a tierra a través del teléfono satelital.
Martes 21. En las primeras horas de la mañana, las esperanzas surgieron con el hallazgo de una balsa, aunque finalmente, no pertenecía al submarino.
Zarpó la misión de Estados Unidos con robots para buscar en el fondo del mar, al mismo tiempo que otros doce países se sumaron a la búsqueda equipos sofisticados.
Esa noche, se decretó la alerta sanitaria en un hospital de Comodoro Rivadavia como parte del procedimiento de un posible rescate, ya que según trascendió, la marina norteamericana había detectado una señal con el radar de sus aviones.
Por el dato, una flota encabezada por la corbeta Drummod se dirigió al lugar para tratar de verificar si esa señal correspondía o no al submarino.
Miércoles 22. La Armada descartó todas las pistas surgidas en torno al operativo de rescate. La señal sonora, y unas bengalas fueron desestimadas.
Se definió una fase crítica de la búsqueda, al cumplirse una semana sin comunicación. La falta de oxígeno se transformó en uno de los posibles escenarios de preocupación en el caso de que la embarcación nunca hubiera salido a la superficie.
Por su parte, Donald Trump envió un mensaje de apoyo para el pueblo argentino en la búsqueda del submarino. “He dado la orden para ayudar a Argentina con la misión de búsqueda y rescate de su submarino desaparecido”.
Esa tarde, Balbi aseguró en una conferencia que se reportó un indicio “hidroacústico”, que fue detectado el mismo día de la última comunicación del capital de la nave.
Jueves 23. El vocero de la Armada confirmó que existió una explosión en el interior del ARA San Juan. "Se recibió información de un evento anómalo, corto, violento y no nuclear, consistente con una explosión", aseguró.
Además, reiteró que esa información fue recibida gracias a la ayuda internacional, y ante la noticia, los familiares de los tripulantes mostraron su indignación antes el último parte dado por la fuerza.
Por la tarde, el embajador argentino en Austria, Rafael Rossi, aclaró que los datos se recibieron gracias un informe de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO).
Viernes 24. Durante la mañana, Balbi aseguró que no se logró detectar al submarino ARA San Juan, luego de que ayer se confirmara la existencia de una explosión.
Ya cerca del mediodía, el presidente brindó una conferencia de prensa, y además de asegurar que el submarino se encontraba en perfecto estado, sostuvo que todavía no era el momento de echar culpas.
"Esto que ha sucedido va a requerir de una investigación seria y profunda que arroje certezas sobre porque sucede lo que estamos presenciando", indicó y subrayó que "El ARA San Juan estaba en perfectas condiciones". A la vez pidió que "hasta que no tengamos la información completa no tenemos que aventurarnos a realizar hipótesis".
Por la tarde, Balbi volvió a brindar un nuevo parte, y allí aclaró que la búsqueda de la nave no se va a detener, y confirmó que durante el fin semana, iba a llegar más ayuda internacional.
Además, negó que al momento de desaparecer el submarino haya estado en "misión secreta", y descartó la posibilidad de un ataque extranjero.