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¿Mal ejemplo?

"Furia" de GH y su influencia en adolescentes: cuidados a tener en cuenta

Lorena Ruda licenciada en Psicología explicó cómo actuar con los hijos e hijas con la aparición de un personaje tan violento y viral como Furia.

08 Julio de 2024 14:56
Furia en uno de los eventos más virulentos durante Gran Hermano

Juliana "Furia" Scaglione es sin dudas uno de los personajes más polémicos de la historia de la televisión argentina. Se pudo ver que a través de una actitud virulenta, comentarios despreciativos y discriminatorios, gritos e insultos a sus compañeros de Gran Hermano, logró cosechar un inmenso fandom que la sigue dentro y fuera de las redes sociales. 

Furia logró trasladar esos malos tratos, ese sentimiento de hartazgo y bronca a sus seguidores desde la casa más famosa del país. Tanto así, que el día de su eliminación hubo disturbios, piedrazos y robos en las inmediaciones del canal Telefe por donde se transmitió todo el reality show

Julia "Furia" Scaglione

Terminado el programa, varias incógnitas surgen alrededor de la influencia de Furia entre los adolescentes y jóvenes que consumieron Gran Hermano de principio a fin y que ahora se rapan para ser pelados como Furia, visten igual y lo más preocupante: actúan con la misma violencia que la protagonista del ciclo 2024. 

En diálogo con BigBangLorena Ruda licenciada en Psicología, especialista en maternidad y crianza reflexionó sobre el impacto que pueden tener personajes como Furia en el proceso de la construcción de la identidad de cada adolescente; dejó algo claro, los adultos son los principales responsables en articular y mediar el contenido que consuman por redes sociales. 

"En todas las generaciones nos encontramos con referentes mediáticos que rápidamente encuentran sus seguidores", explicó Lorena que siguió: "El adolescente tiende a ser el público ideal que queda captado o capturado por estas figuras, a veces son referentes ' 'positivos' y otras veces no tanto".

Desde esa perspectiva, expuso: "En esta etapa la vulnerabilidad y la búsqueda de identidad los hacen carne de cañón para lograr sus objetivos. Hoy es común que haya influencers, personajes de algunos programas, jugadores de fútbol, cantantes -como en todas las épocas como quien fue fan de Axl Rose -los adolescentes se empiezan a vestir igual, a hablar igual y adoptar estilos similares a sus referentes". 

Algunos de los fans de Furia

Pero hay algo que Lorena describe como "excesos" y esas son las redes sociales: "El sinfín de videos que circulan y la facilidad de acceder a dicha información  genera un descontrol y un 'exceso' de modelos a seguir", dijo contundentemente y también aclaró: "Es importante que cuando nuestros hijos comienzan a tener acceso a redes, estemos cerca en un principio sabiendo qué consumen y también tratar de dosificar el tiempo en redes". 

La idea es que después de esa "dosificación", se planteen: "Muchas charlas para fomentar el pensamiento crítico a la hora de estar en las redes"; esto es para que, mientras los adolescentes crezcan y se pierda el control del consumo, los chicos ya tengan opiniones formadas sobre ciertos temas, tal como lo explica Lorena: "Para fomentar el pensamiento crítico a la hora de estar en las redes". 

En ese sentido, la especialista en crianzas manifestó: "Mostrarles que estos son personajes mediáticos, que no son 'reales' y que lo que muestran es sólo para su beneficio propio de popularidad e incluso, económico. Estas personas viven de su imagen y, lo que muestran en las redes, son contenidos acorde a sus trabajos, una vida a veces ideal, llena de lujos, muestran marcas de ropa, sus amores con cuerpos hegemónicos etcétera". 

Lorena, que escribió el libro "Adolescencia, divino tesoro" junto a su colega Mariela Fischer recordó un punto importantísimo: "Mostrarles a nuestros hijos que eso que ven no es el mundo real, enseñarles a cuestionar eso que miran y, como adultos estar atentos a si notamos cambios en las actitudes y personalidad".

En contraparte, la psicóloga expuso: "No siempre estás 'influencias' son negativas. Observamos de pronto a muchos adolescentes con los cortes de pelo de los futbolistas: esto no está mal, ni bien... Son modas".

Sin embargo, hay una clara diferenciación: "El problema es cuando se creen vivir en un mundo que no es el propio y piden cosas que nada tienen que ver con sus vidas pero por ejemplo 'es la yerba que consume tal', sin mirar su contexto; o un pedido constante de ropa".

Juliana, en uno de sus ataques de furia

Ahí reside la capacidad de cada madre o padre para poner límites a hijos e hijas adolescentes: "Uno evaluará cuándo dar y cuándo frustrar; mostrar que a veces pueden admirar a algunas personas pero no quiere decir ser como ellos. Recordando que además nos estamos refiriendo a 'personajes'".

Particularmente, sobre Furia, Lorena advirtió: "Si percibimos qué personajes negativos están influyendo en nuestros hijos como un personaje como Furia, donde quizá justifican la violencia apañadas por el mismo personaje, la charla es inminente", dijo y completó: "Esto les ocurre con sus propios pares -es común escucharlos hablar similar y vestirse iguales- el problema no es ese, sino cuando son idénticas a características negativas. Disruptivas, quizá que exponen algún riesgo". 

Furia en uno de su enfrentamientos violentos con sus compañeros

Recalcando la importancia del "rol del adulto", la profesional de la salud mental advirtió que hay que "estar atentos a estas cuestiones para poder intervenir y guiar cuando consideremos necesario". Y, en esa misma línea, Lorena Ruda explica: "Depende la edad de nuestros hijos, podemos permitirles o no permitirles ver determinado material audiovisual. Somos sus padres y si consideramos que no está bueno esos videos que miran, podremos conversar para explicarles por qué no queremos que los miren. Podremos negociar permitiendo ver otros. Sin embargo, hay momentos en los que perdemos el control. Lo importante es la prevención sobre todo, dándoles información y argumentos claros". 

"Adolescencia, divino tesoro": una guía esencial para padres de adolescentes

Es una guía reflexiva y práctica que se convierte en una herramienta invaluable para padres y madres que atraviesan el desafío de la adolescencia de sus hijos. Con una prosa ágil y ejemplos clínicos enriquecedores, este libro ofrece un enfoque comprensivo y respetuoso hacia la crianza durante este período crucial de transformación.

Las autoras, con años de experiencia acompañando a familias, entienden que la adolescencia es una etapa llena de descubrimientos y crecimiento, no solo para los jóvenes sino también para quienes los crían. En "Adolescencia, divino tesoro", se aborda un abanico de temas esenciales que incluyen la comunicación efectiva, el establecimiento de límites saludables y el manejo de conflictos para proporcionar herramientas prácticas y consejos sólidos para fortalecer los vínculos familiares.