"¡Hace un mes estoy esperando el pedido! supuestamente el 17/06/2021 debería de haber llegado. A ustedes ya se les acreditó el dinero y mi producto no lo veo en mi casa. Tendré que recurrir a defensa del consumidor", reza el mensaje que un internauta le envió a Garbarino, disgustado porque todavía no recibió su purificador de aire. Pero no es el único: "¿Van a seguir estafando a la gente o piensan dar respuestas? Hace meses que hice la compra de una computadora y ni siquiera son capaces de responderme los mensajes", agrega otra usuaria, indignada con la compañía que actualmente atraviesa un momento sumamente crítico.
Como estos dos mensajes, existen cientos en las redes sociales. Esto ocurre porque Garbarino mantiene abiertos y sin poder solucionar un gran número de conflictos: a la disputa gremial que encabezan trabajadores de las distintas unidades del grupo que reclaman el paso atrasado de los sueldos y los aportes jubilatorios al Anses, se le sumó las demandas judiciales que le iniciaron Aerolíneas Argentinas y Boca, entre otros.
Crisis en Garbarino: trabajadores reclaman falta de pago de sueldos, aportes y obras sociales
Según denuncian, la gerencia de Garbarino, que incluye a Compumundo y Garbarino Viajes, decidió cerrar sus puertas "hasta nuevo aviso” y desde entonces, la información sobre el inminente concurso de acreedores es cada vez más fuerte. Vale destacar que la empresa mantiene una gran deuda pendiente, la cual superaría los $15.000 millones, rechazó la oferta del único interesado que tenía firme: Facundo Prado, presidente de Supercanal Arlink y CEO de la empresa Centrocard.
Al mismo tiempo, los trabajadores -suma en total 3800 empleados la cadena- denunciaron el cese del pago de sueldos, una suerte de "lockout patronal" y que la compañía tiene paradas desde hace casi tres meses sus plantas de Tierra del Fuego por una medida gremial. A este duro contexto, se le sumó el cierre de varios locales a lo largo del país, las tomas de sucursales y las denuncias de los se quedaron sin trabajo sin previo aviso.
Actualmente, los empleados de las sucursales se encuentran luchando por sus derechos en condiciones paupérrimas: al corte del sistema de cobro y facturación, se le sumó el cese del servicio eléctrico y también se vieron golpeados por la falta de mercadería. La empresa bajó los pedidos de mercadería y los fabricantes de electrodomésticos y equipos de electrónica comenzaron a interrumpir las entregas hasta que la compañía no regularice el pago de sus deudas.
Los empleados de Garbarino están "ante un lockout patronal" y muchos de ellos se encuentran domando desde hace varias semanas los locales para defender sus puestos de trabajo y exigir la reapertura de los negocios. Si bien desde Garbarino afirman que "la mayoría de los puntos de venta están abiertos", solo basta con acercarse a uno de los locales para darse cuenta de la cruda realidad.
Si bien había logrado una importante reestructuración de la deuda con los bancos acreedores que financiaron unos $4.000 millones. Pero en los últimos dos meses se cortó la cadena de pagos: Garbarino no pagó 944 cheques de diferentes proveedores, por $1.652 millones, con los que arrastra una deuda impaga total de $3.739 millones.
Bajo este panorama, los 3800 empleados todavía no cobraron sus sueldos de mayo hasta julio, mientras que un sector más reducido arrastra una deuda salarial mucho más grande, desde la última quincena de abril. Ahora, son cada vez menos los proveedores por el rechazo a seguir abasteciendo a la cadena. Desde dentro de la compañía ya se habla de una "parálisis comercial: ya no funcionan los sistemas de cobro y registran faltantes de mercadería en varias sucursales.
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De hecho, al existir un acuerdo de consignación los proveedores le permitieron a Garbarino cerrar operaciones sólo con tarjetas bancarias para asegurarse de cobrar la mercadería. Esto generó un desorden de grandes dimensiones, ya que gran parte de los locales están cerrados y los pocos que siguen abiertos están desabastecidos. Esto quiere decir que a pesar de que abran sus puertas, están sin poder vender ni cobrar cuotas o devolver los importes por las ventas no entregadas.
Ante la gran cantidad de reclamos, la empresa fue imputada por incumplimientos relacionados con los plazos de envío de sus ventas online, por brindar información confusa y por contar con deficientes canales de atención. "Se registraron reiterados reclamos por problemas relacionados con la entrega de los productos adquiridos y la falta de respuesta", indicaron desde el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
Desde Garbarino le piden a los clientes que no se hagan presentes en los locales para reclamar sus productos porque se van a encontrar de que no hay stock. Al mismo tiempo, los empleados no están autorizados para anular la transacción y devolver la suma gastada. Este miércoles habrá una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo. En la misma, la compañía presentará nuevas propuestas para sostener su funcionamiento.
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Los empleados de Garbarino se presentan en las pocas sucursales que siguen abiertas a sus puestos semana por medio (por protocolo Covid) y los negocios están abiertos de 9 a 14, sin embargo no pueden vender. La mayoría de los empleados tienen un promedio de alrededor de 10 o 12 años de antigüedad, se les deben los sueldos de los últimos tres meses, el aguinaldo y un bono.
Al mismo tiempo, existen denuncias de trabajadores -cerca de 500 empleados- que afirman haber arreglado su desvinculación de la empresa y que, hasta ahora, no cobraron ni siquiera la primera cuota de su acuerdo de retiro voluntario. Desde finales del 2020 y principios de este 2021, la situación solo fue empeorando, ya que venían de cobrar el sueldo en tres cuotas a no recibir ni un solo centavo por su trabajo y tampoco el anticipo de vacaciones.