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Generación pandemials: los bebes que nacieron en medio de la cuarentena (cómo fueron los partos)

Qué pasa con los partos en este contexto, cómo son los controles, y porqué se espera un baby boom a fin de año.

por Agustina Acciardi

29 Mayo de 2020 14:09
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El coronavirus llegó a la Argentina a principios de marzo, y para evitar una ola de contagios desmedida, el Gobierno de Alberto Fernández impuso el día 20 de ese mismo mes el aislamiento social preventivo y obligatorio para que la gente saliera de sus casas lo mínimo e indispensable.

Durante estos más de 70 días de cuarentena, muchas han sido las embarazadas que dieron a luz a esta nueva generación de niños que algunos llaman "pandemials", y aunque hasta el momento no se conoce el número exacto de bebés que llegaron al mundo durante este periodo, se estima que la cantidad de nacimientos debe ser muy parecida a la del año pasado, aunque sí se cree que para fin de año habrá un baby boom.

En medio de este complicado contexto sanitario, parir no resulta una tarea sencilla, sobre todo porque varias mujeres y organizaciones denuncian que al momento de traer un hijo al mundo, los centros de salud no cumplen los derechos que la ley de parto respetado les otorga.

Según confirmaron a BigBang desde el Registro Nacional de las Personas (Renaper), cada año hay alrededor de 700 mil nacimientos, y por ejemplo, en el 2018 nacieron 685 mil chicos.

Del mismo modo, desde el 20 de marzo de 2019 hasta finales de mayo del mismo año, llegaron al mundo 138.191 bebés, y aunque no hay hasta el momento datos oficiales de lo que pasó este año en el mismo periodo a nivel nacional (porque las agencias del Renaper no operan todavía a pleno), el número debería ser similar porque las gestaciones de dichos nacimientos son de 7 a 9 meses antes.

Lo que se sabe hasta el momento, según datos oficiales de la Ciudad de Buenos Aires, es que se registraron 3465 nacimientos desde el 20 de marzo de 2020 hasta el 29 de abril del mismo año.

Boom de nacimientos

Sin embargo, lo que muchos especialistas pronostican es que hacia el final de este 2020 habrá un baby boom, ya que muchos aprovecharon la cuarentena para buscar un hijo, o incluso algunas mujeres que no lo esperaban, quedaron embarazadas igualmente por la falta de acceso a anticonceptivos.

"Históricamente las guerras y otros sucesos catastróficos devenían en un baby boom, como el que sucedió después de la Segunda Guerra Mundial. De aquel momento, podríamos decir que la angustia que se experimentó bajo el horrible estrés de la guerra encontraba un consuelo o un espacio de calma en los vínculos amorosos. En esa época no existían los métodos anticonceptivos de que disponemos hoy día. Pero aún así, no resulta extraño suponer que, aún tecnología mediante, el estrés y los sentimientos de incertidumbre impulsen a las personas a buscar momentos de sosiego en la sexualidad y pueda suceder otro baby boom después de esta pandemia", afirmó anteriormente a BigBang la ginecóloga y médica sexóloga Beatriz Literat.

De igual modo, la ginecóloga y obstetra Vanina Simeone explicó en comunicación con BigBan, que en el último tiempo "se están viendo sospechas y test postivos de embarazo", aunque como se dificulta bastante el acceso a estudios, hay muchas pacientes que todavía no han podido confirmarlo.

"Es una época que se busca bastante embarazo. Los que buscan ahora, tienen fecha para octubre/noviembre, aunque la mayoría no se trata de casos programados", aclaró la médica.

Acerca de los motivos por los que se han dado en el último tiempo tantos nuevos embarazos, la especialista dijo que puede tener que ver con que seguramente muchas mujeres tuvieron que interrumpir la toma de pastillas anticonceptivas, y que es muy factible también que muchas otras no hayan podido disponer de preservativos.

"Sigue habiendo un gran porcentaje de pacientes con uso de método anticonceptivo (no importa cual), que desconoce qué hacer en caso de falla. Y hay también otra parte de la población que te dice que "no los busca", pero que en verdad no utiliza protección", aseguró, al mismo tiempo que explicó que la clave no es solo brindar un método anticonceptivo, sino educar acerca de su uso.

En cuanto a los controles, comentó que en el último tiempo, varias pacientes accedieron a atenderse con ella de manera online (aun con las dificultades que eso conlleva), ya que no pudieron conseguir turno para hacer una consulta presencial a través de sus prepagas o del mismo sistema público.

Parir y criar en cuarentena

Según Simeone, las propias pacientes embarazadas decidieron dejar de ver a sus médicos ante el pánico de la llegada del virus al país, y por miedo al contagio, muchas regresaron al consultorio cuando estaban en las semanas 37 o 38, porque debían seguir con los controles fundamentales.

A pesar de que hay embarazos recientes, lo cierto es también que en medio de la pandemia existe mucha desinformación y miedo respecto a lo que pueda llegar a pasar. En general, las dudas de las mujeres tienen que ver con la salud del bebé en esta compleja situación sanitaria, aunque muchas otras temen también no poder estar acompañadas al momento del parto y si se van a respetar sus decisiones a la hora de dar a luz.

En comunicación con BigBang, Lucía Righetti contó que se convirtió en mamá a finales de abril, y que durante el nacimiento de su hija muchas de las cosas que figuran en la ley de parto humanizado no se cumplieron.

En este sentido, comentó que la cuarentena empezó cuando ella estaba de 7 meses y medio, y que por eso, durante varias semanas no vio a su obstetra, quien a través de Whatsapp le indicaba los estudios que debía hacerse para controlar que todo estuviera bien.

"Cuando entré a la semana 38 le mandé un mensaje para ver qué había que hacer, y como esa semana ya empezaba a atender él, me dijo que fuera al consultorio. Le mostré los estudios que me había hecho y estaba todo bien, pero me dijo que por ser tan chiquitita de estatura y como mi bebé tenía buen peso, tenían que hacerme una cesarea, porque un parto natural podía ser de riesgo. Ahí me preguntó si tenía algo organizado para el otro día, porque si se podía, me hacían la cesaría al día siguiente", explicó.

Sorprendida y un poco asustada con la noticia tan repentina, le preguntó a su médico si su pareja iba a poder presenciar el nacimiento de la beba, y él le dijo que eso no iba a ser posible, porque más allá de pandemia, cuando hacía cesáreas no dejaba que nadie ingresara al quirófano por una cuestión de cuidados.

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"Ahí me dijo también que con todo el tema de la pandemia, a mi pareja no lo iban a a dejar tampoco entrar a la clínica, que me iba a acompañar hasta la puerta y que cuando terminara todo, él iba a salir a la puerta de la clínica para decirle que ya estaba. Además me dijo que los tres días internada iba a estar sola en la habitación. Yo salía de ahí y me puse a llorar. Lo que más quería era estar con mi pareja en el parto", se lamentó.

A pesar de lo que el obstetra le aseguró, Righetti y su pareja pudieron ingresar juntos al centro de salud, y cuando llegó el momento de la intervención, él la esperó en la sala.

"Por la ley, por más que sea cesárea, a mi me tienen que dejar tener a la beba en el pecho apenas la sacan, en mi caso, la levantaron, me dijeron ahí la tenés y se la llevaron, no la vi por cuatro horas, y eso hace que tarde más en bajar la leche al no poder ponerla en mi pecho", aclaró.

De igual modo, dijo que como tuvo por cesarea, tuvo que permanecer casi tres días internada, y que solo la dejaron estar acompañada por su pareja el primer día, y luego le exigieron que se fuera porque era riesgoso por la pandemia.

"El segundo día a la mañana vino a una enfermera a decirle a él que se tenía que ir porque no podía haber gente. Estando con él, yo estaba tranquila, porque estaba muy dolorida, y él podía atender a la beba y me la acercaba. Yo después averigüé y podía estar acompañada por ley. Ahí me re enojé, entré en pánico. Las enfermeras me empezaron a decir que me bajara de la cama altísima y me bañara, todo sola, y me dolía mucho. Es horrible como te tratan", aseguró.

"Como tenía un conocido adentro de la clínica, me dejaron que venga mi mamá a acompañarme, porque supuestamente solo podía haber mujeres en el piso. Al tercer día me dieron el alta y me puede volver. Hicieron lo que quisieron, porque yo podía estar en la cesárea acompañada, podía estar con quien quisiera en la sala y no se hizo nada. Yo estaba muerta de miedo y es muy angustiante que te obliguen a transitarlo sola", agregó.

A un mes del nacimiento de su hija, Righetti explicó que ahora se manejan directamente con el pediatra de la nena, quien se encuentra atendiendo y quien además le permite a ella y a su pareja entrar a cada control.

Aunque al principio les daba miedo asistir al centro de salud por la pandemia, por ser padres primerizos en algunas ocasiones tuvieron que ir a hacer consultas por fuera de los controles ante las dudas que le surgieron, y con los respectivos cuidados, todo marcha bien.

Parto humanizado

Desde el año 2004, en la Argentina rige la ley 25.929 (reglamentada recién en el año 2015), la cual garatinza que las mujeres tengan un parto humanizado y que las obras sociales y las entidades de medicina prepaga brinden obligatoriamente todas las prestaciones relacionadas con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto.

Entre otras cosas, la norma asegura que toda mujer gestante tiene derecho

Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer. A tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales. A ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar.

A ser tratada con respeto, y de modo individual y personalizado que le garantice la intimidad durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración sus pautas culturales. A estar acompañada, por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto. A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas.

Recomendaciones del Ministerio de Salud para embarazadas en medio de la pandemia

Ante la llegada del COVID-19 a la Argentina, desde el Ministerio de Salud de la Nación informaron un protocolo con nuevas recomendaciones para atención de embarazadas y recién nacidos en este contexto de pandemia.

Entre otras cosas, lo que el documento indica, es que habrá restricción de las visitas luego del parto, pero que aún así, la mujer podrá estar acompañada de una persona que no tenga sospecha de estar infectada.

Del mismo modo, recomiendan el parto vaginal por sobre la cesárea, y la alimentación del recién nacido con leche materna, obviamente en los casos que se pueda.

Sugerencias del ministerio

Aún con políticas de restricción de visitas, se permitirá la presencia de una persona sin infección, ni sospecha de COVID-19, elegida por la gestante como acompañante, tomando en consideración que la persona sea menor de 60 años y no posea enfermedades preexistentes Se recomienda el parto espontáneo vía vaginal si la condición clínica de la madre lo permite. La evidencia actual no muestra ningún beneficio de la cesárea en embarazadas infectadas por COVID-19. Es importante evitar cesáreas injustificadas a fin de prevenir el nacimiento pretérmino y otras morbilidades en el recién nacido (RN). Debe limitarse al mínimo necesario la presencia de personal en la sala de partos.

Se recomienda el uso de EPP que incluya barbijo N95, camisolín hidrorrepelente y antiparras para el obstetra, la obstétrica y la enfermera. El resto del personal debe utilizar EPP con barbijo quirúrgico y camisolín común, y mantener una distancia interpersonal de al menos un metro. En caso de finalización por cesárea, el EPP a utilizar es el recomendado para procedimientos quirúrgicos. Se recomienda alimentar al RN con leche materna, ya que los beneficios superan los riesgos potenciales de transmisión a través de la leche materna. No hay evidencia a la fecha de presencia del SARS-CoV-2 en la lecha producida por la mujer.
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