Gisele Bundchen se despidió ayer de las pasarelas mostrando su sensual, esbelta y elegante figura en un desfile de la Semana de la Moda de Sao Paulo que, dijo, será el último de una carrera de 20 años que la convirtió en un ícono de la moda. “Quise terminar donde empecé”, dijo. La beldad de 34 años de piernas largas, madre de dos hijos y esposa del quarterback de la NFL Tom Brady, dijo que quiere pasar más tiempo con su familia.
La modelo mejor pagada del mundo, ganó 47 millones de dólares el año pasado, de acuerdo con una lista de la revista Forbes de 2014, es el rostro de Chanel, Carolina Herrera, Pantene y muchas otras reconocidas marcas internacionales.
La rubia rivaliza con Pelé como la estrella brasileña más famosa a nivel internacional, y su ascenso meteórico de una familia de clase media en una pequeña localidad rural a una superestrella es una leyenda en Brasil
Bundchen creció con cinco hermanas, incluida una melliza, en el estado sureño de Rio Grande do Sul, a donde emigraron muchos alemanes . Una agencia de modelos la fichó a los 14 años y quedó en segundo lugar en un concurso nacional de modelaje. Tras esto se mudó a Nueva York, donde debutó en las pasarelas de la Semana de la Moda.
Para la edad de 20 años era una sensación. Su rostro pecoso aparecía en las revistas de moda de todo el mundo y su combinación única de piernas largas y curvas causaba sensación en los desfiles. El éxito de Bundchen fue calificado como el final de las modelos extremadamente delgadas con imagen demacrada de estilo "chic heroína" que dominaron las pasarelas antes de ella y el regreso de un estilo más saludable.
Su vida romántica llegó más de una vez a las revistas de farándula, pues se le relacionó con varios famosos, desde el surfista Kelly Slater hasta el actor Leonardo DiCaprio. En 2009 se casó con Brady, quarterback de los Patriots de Nueva Inglaterra, con quien tiene dos hijos.
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