Viernes por la noche. Habían pasado pocas horas desde que los trabajadores de América sorprendieron a las autoridades con una manifestación interna en contra no sólo del descargo de Antonio Laje (tras las denuncias por hostigamiento, maltrato laboral y acoso sexual), sino también por lo que denunciaron como una "cadena de maltratos" cuya génesis se encontraba en lo que, hasta ese momento, sólo se animaban a definir como "las altas esferas".
Ese mismo día, Liliana Parodi protagonizó un duro cruce con Guillermo Andino. "El episodio fue súper violento", reconocieron a BigBang trabajadores de la emisora, al tiempo que señalaron: "Ya venía todo mal, pero el cruce fue muy violento y él levantó el teléfono". ¿A quién llamó? Nada más y nada menos que a Claudio Belocopitt, quien desde el 2017 es dueño del 40 por ciento del paquete accionario del grupo y habría sido uno de los principales impulsores de la desvinculación de la directora de contenidos del canal.
Ya el viernes por la noche los rumores de la salida de Parodi comenzaron a circular con fuerza puertas adentro de la emisora. En un principio se habló de renuncia, luego de una desvinculación forzada y también de un despido con causa, debido a una denuncia anónima por maltratos que se habría elevado ese mismo día al área de Recursos Humanos del canal de Palermo. La sorpresa fue generalizada: y es que Parodi contaba con una fuerte banca interna por parte de las autoridades del canal, pero el desembarco de Belocopitt en el nuevo directorio cambió el mapa de poder.
"Hay un tema además de los maltratos y tiene que ver con la baja del rating. Liliana nunca se hizo cargo de la sangría de audiencia que sufre el canal desde hace un tiempo. También se le recriminó la salida de importantes e históricas figuras. No se adaptó a los cambios de época, en términos de modos; pero tampoco se acomodó a los tiempos que corren, en donde las señales de aire ya no son lo que eran y necesitan reconvertirse", sumaron desde el canal a este medio.
Pasaron sólo seis días desde que Laje hizo su cuestionado descargo en vivo, el mismo en el que equiparó los maltratos denunciados con "exigencia laboral". "Hubo una reunión el viernes a la noche en la que se le pidió que diera la cara. Pensaban que con un descargo iban a lograr 'bajar la espuma', pero sucedió todo lo contrario. Hasta ese momento tenían los dos un respaldo total, por lo menos eso es lo que se sentía en los pasillos. Se respiraba un aire de 'esto va a pasar y nadie se va a acordar de nada después de las Fiestas'".
Sin embargo, el descargo del periodista no sólo caldeó el clima puertas adentro de la emisora, sino que alentó a que muchos otros colegas (ahora mujeres y hombres) lo denunciaran por maltratos. "El tema se les fue de la mano, porque nunca se circunscribió a Laje. Todos sabían cómo funcionaban las cosas en el canal. Estamos hablando de una estructura de maltratos sistémica, que arrancaba con la cabeza, pero que después de reproducía en otras esferas", reforzaron.
La asamblea de los trabajadores, la viralización de los mensajes de la redacción del canal con carteles con la consigna "no es exigencia, es maltrato", la imposibilidad de contener ya las réplicas de las denuncias contra las autoridades y el propio Laje en otros medios de comunicación (que en un primer momento intentaron 'dar por terminado el tema' y bajaron sin explicaciones a las denunciantes de las notas que habían acordado) dinamitaron cualquier tipo de apoyo interno por parte de los accionistas, en especial de Belocopitt.
"Es un cambio de era", señalan con optimismo por estas horas quienes trabajan en la emisora. "Había mucho sexismo e incluso gordofobia contra los periodistas que salían al aire. Se les ha llegado a decir a conductoras que estaban 'demasiado gordas' para salir al aire. Se las sacaba de la programación si no tenían el pelo lacio, porque tener un peinado con 'ondas' era considerado desprolijo. Parodi llamaba a los productores cuando estaban al aire y los basureaba cuando veía algo de este estilo. Era una locura", reconocieron.
Por estas horas, la salida de Parodi ya es un hecho; al igual que la de tres de sus cuatro colaboradoras más cercanas. Se espera que el lunes se termine de definir la situación de Laje, que hasta el momento no se sabe si dará inicio inmediato a sus vacaciones y luego abandonará el canal; o si conducirá con normalidad su programa. En lo concreto, puso a disposición el mismo viernes su renuncia y su paso por el canal ya es considerado por muchos como una "etapa cerrada".