Amalia Granata se postuló el domingo pasado como candidata a diputada nacional por el partido UNA Santa Fé Renovada, liderado por Sergio Massa, y recibió la cantidad suficiente de votos como para poder presentarse en las próximas elecciones generales de octubre.
Ahora, sentada en el living de Intrusos contó por qué decidió incursionar en la política y qué espera para la próxima votación.
Amalia Granata contó los motivos por los que decidió ingresar a la política.
"Por ser mi primera elección y haber hecho una campaña sin un centavo, es muchísimo el resultado que obtuve", sostuvo Granata con una sonrisa, y agregó que en este domingo 45.000 personas la eligieron para que los represente en el Congreso.
"Me metí en política porque me encanta, y también soy muy justiciera. Estoy harta de que nos caguen, de que haya políticos que no hacen nada", aclaró la mujer de Leo Squarzon, al mismo tiempo que contó que por un lado recibió mucho cariño de la gente, y que por el otro fue muy criticada.
Granata sostuvo que fue muy criticada por su postulación.
Del mismo modo, la candidata destacó que para entrar en octubre necesitará conseguir al rededor de 130.000 votos, y que hoy en día, si uno va a Santa Fe "no hay un sólo afiche" que promocione su carrera candidatura.
Además, denunció que domingo "le han robado boletas" y que ella no tuvo "fiscales pagos" que la ayudaron a controlar la situación. "He tenido muchas operaciones políticas y no entiendo por qué. Yo puedo ser de un espacio, pero si el gobierno hace algo bien, yo lo digo y si hace algo mal, también, por más de que eso me traiga muchos problemas con mi partido político", declaró.
Granata denunció que el domingo robaron sus boletas.
"En Santa Fe hay mucha pobreza, y veo mucha resignación, la gente está resignada a vivir así. En Santa Fe se crearon muchos asentamientos, con gente que ha venido de otras provincias pensando que iban a encontrar trabajo y después se empiezan a multiplicar y no salen de ahí", explicó Granata con indignación.
Su opinión sobre Redrado y Salazar
"A Luciana le enoja que yo haya tenido una buena relación con los hijos de Redrado", dijo Amalia sobre el eterno enfrentamiento que existe entre ella y Salazar, al mismo tiempo que sostuvo que cree que ambos "van a volver".
Además, como ex pareja del economista, aseguró que aunque Martín ayudó a Luciana con el alquiler de un vientre subrogado, lo cierto es que "él ya tenia cerrado el capítulo de ser padre".
"Yo no quería formar una familia con él, la pasábamos bien y a mí me daba igual blanquear o no. Íbamos los domingos a la casa que estaba en Tortugas y si venían los hijos estaba todo bien, los mismo si venía la madre de ellos", contó Granata y sostuvo que normalmente evitaba hablar de Salazar con los hijos de Redrado.
"Si me hablaban de Luciana, yo les cortaba. No quería meterme en el conventillo y como yo no les seguía la conversación, me decían algo y ahí se cortaba. Ellos pegaron onda conmigo porque quizás sabían que yo no buscaba tener hijos con él", cerró la rubia.