Graves denuncias contra el zoológico de Buenos Aires. Empleados del lugar, junto con asociaciones protectoras de animales, denuncian que la empresa que tiene la concesión del paseo ubicado en el barrio porteño de Palermo maltrata a las especies que están en cautiverio y no cuida las instalaciones.
La puerta del lugar demuestra la falta de invesión que hay en el Zoo de Buenos Aires
El personal del lugar asegura que la falta de dinero hace que las instalaciones se “caigan a pedazos”, generando peligro para los animales. Además, denunciaron que desde que asumió la empresa que tiene la concesión -en 2007-, los animales mueren por la falta de inversión en insumos, medicamentos y recintos apropiados para curarlos ante cualquier enfermedad o lastimadura.
“No somos nosotros los que no invertimos en el bienestar de los animales o los que dejan caer a pedazos los edificios, algunos de ellos históricos. Nosotros cuidamos, atendemos y amamos a estos animales, que no tienen voz para pedir un bebedero o un techo para refugiarse; ellos no eligieron vivir en cautiverio pero mientras lo estén, debemos garantizarles buenas condiciones de vida”, explicaron los trabajadores, muchos veterinarios o estudiantes de esta carrera en la UBA.
Demostrando la imprudencia y el lucro que hace esta empresa con los animales, Natalia Gómez López, del centro de estudiantes de la Facultad de Veterinaria de la UBA le dijo a Télam: “Recientemente dos lobos marinos murieron por los 12 shows diarios que estaban obligados a hacer; y el resonado caso del oso panda, también víctima de una muerte evitable, por maltrato y desatención”.
Los animales están en lugares sucios, poco cuidados y peligrosos
Y agregó: “Tanto veterinarios del parque como estudiantes de la carrera que trabajan como cuidadores rechazamos el malestar animal que es causado por la falta de inversión en insumos, medicamentos y recintos apropiados; así como las pésimas condiciones laborales que deben soportar los que trabajan en el Zoo”.
Por su parte, Gabriel Aguado, el director del Zoo confirmó la falta de inversiones y reconoció la muerte de las especies y el maltrato animal: “Hay que reconvertirlo, es un zoo victoriano y los animales en jaulas de tipo carcelaria no tienen que estar más, está es una premisa mundial y la tendencia es reconvertirlo de una manera u otra, con un proyecto u otro”.
Para finalizar, el director habló sobre las inversiones y las mejoras que se deberían hacer: “el problema de la reconversión es que el pliego de licitación (con el que se le otorgó la concesión a la actual empresa) solo hacia referencia a la restauración de los edificios históricos, es por eso que la semana pasada se firmó el redireccionamiento del dinero que iba a ser destinado a esos edificios, que se arreglarán mediante otro camino, para poder destinar esa inversión a mejorar los recintos de los animales”.
Cabe recordar que el pasado 14 de septiembre, los empleados realizaron un paro por 24 horas (también reclamaban mejoras en las instalaciones y cuidados de los animales). La empresa se comprometió a cumplir con los pedidos pero cuando levantaron el bloqueo y volvieron a las actividades, los empleados volvieron a notar que la compañía se “desligó nuevamente de sus responsabilidades”.