La ley de Ganancias sigue siendo un dolor de cabeza para el Gobierno. Cuando todo parecía encaminado a lograr un consenso luego del diálogo con gobernadores, oposición y la CGT, apareció otro problema, una disidencia de fuste.
Sergio Palazzo duro contra la CGT. Quiere el proyecto que se votó en Diputados.
El Secretariado General Nacional de la Asociación Bancaria que conduce Sergio Palazzo advirtió hoy al Ejecutivo y a los gobernadores que los trabajadores de la actividad financiera "no tolerarán otra defraudación", y reclamó a la CGT que "no realice concesiones indebidas" y a los senadores que "completen esta semana la sanción de la iniciativa acordada en el recinto de la Cámara baja".
El gremio criticó a la CGT, los gobernadores y al Gobierno.
Los dirigentes aseguraron que "la reforma no contempla una modificación suficiente de las escalas sobre las alícuotas determinadas en 1999 y congeladas desde ese año hasta ahora". También rechazaron "la furibunda campaña lanzada por el Ejecutivo apenas aprobado el proyecto en la Cámara de Diputados contra los legisladores, quienes atendieron el reclamo de los trabajadores y el movimiento sindical", y "las intensas presiones sobre los gobernadores para que el Senado no lo sancionara".
"Quedó una vez más demostrado que el presidente Mauricio Macri incumplirá su compromiso electoral de derogación del injusto impuesto", sentenció.
Desacuerdos y dureza
Los gremialistas reseñaron que el tributo "devasta" los salarios, y realzaron la media sanción de la reforma votada por Diputados el 6 de diciembre último, a la que calificaron como "positiva" porque determinó "un mínimo no imponible de 33.500 pesos brutos para solteros y de 44.500 para casados con dos hijos, además de moderados cambios en las escalas de las respectivas alícuotas".
Palazzo señaló que si el mínimo no imponible de 1999 hubiera sido ajustado por inflación debería ser para el soltero de 44.000 pesos brutos y de 54.200 para el casado con dos hijos, "sin considerar la previsible y elevada inflación de 2017", remarcó.