En la mañana lluviosa, el piquete de taxistas en Juan B. Justo y Corrientes se ganó, al menos, un enemigo: un colectivero que sacó el brazo por la ventanilla gritándole "¡Vamos Uber!" a los inspectores de la línea que aguardaban en la parada del Metrobus.
La opinión pública se dividió a favor y en contra de los taxistas.
Es que la llegada de Uber a Argentina abrió una nueva grieta, quizás con menos peso que la política pero igualmente pasional. Así, en Twitter, el hashtag #TaxisVsUber era la segunda tendencia en orden de importancia. "Los taxistas cortan toda la Capital en protesta contra Uber. Nuevamente, la mediocridad impulsa el uso de la tecnología", opinaba al respecto el usuario Maxi Kronenberg.
Algunos tuiteros presentaron una posición más matizada.
Pero otra tuitera, identificada como Diana Pepper, se paraba en la vereda contraria. "Toda la razón. No es legal, no tienen seguro para el pasajero ni pagan impuestos. Pero la gente lo usa porque le resulta mas barato", escribía criticando a Uber. Algunos, mientras tanto, estaban de acuerdo con el funcionamiento de la app pero en otro marco de legalidad. "Armen una empresa, tributen impuestos como todos y ahí presten el servicio que quieran", expresaba en ese sentido el usuario de Twitter Agus Cugno.
Scioli y Macri, unidos en defensa de los taxistas
Mi solidaridad con los trabajadores taxistas, que me han manifestado hoy en la calle su inquietud. pic.twitter.com/n6G8HWUjkd
- Daniel Scioli (@danielscioli)
Los taxis, vale recordar, ya tenían una "banca" importante desde el universo político. A fines de marzo, Daniel Scioli se había expresado vía Twitter mostrándose junto a un tachero en una fotografía acompañada por un mensaje de apoyo. "Mi solidaridad con los trabajadores taxistas, que me han manifestado hoy en la calle su inquietud", escribió el ex gobernador bonarense.
Macri recorriendo la fábrica de Bridgestone, visita durante la cual expresó su apoyo a los taxistas.
"Los taxistas son un símbolo de la Argentina", declaró, por su parte, Mauricio Macri en un acto que encabezó ayer en la fábrica Bridgestone de la localidad bonaerense de Lavallol. Si bien el presidente defendió "la posición del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de defender a nuestros taxistas" también sopesó "el problema del avance de la tecnología, que hay que recorrer de la manera más gradual posible para cuidar a todos los argentinos".