Son dos de los más importantes y experimentados productores musicales que tiene la Argentina. Por eso, la palabra de Daniel Grinbank y Fernando Moya con respecto a la tragedia durante el recital del "Indio" Solari en Olavarría tiene obviamente un peso específico.
El creador de la Rock & Pop, quien estuviera encargado de organizar el recital que los Rolling Stones brindaron para nada menos que dos millones de personas en Copacabana, dio su punto de vista de los errores organizativos y las fallas en la organización que, a su entender, tuvo la productora “En Vivo Group”, a cargo de la organización.
Entre otras cosas, el empresario de la música afirmó que “podrían haber minimizado los márgenes de riesgo”. “Tendría que haber habido un vallado perimetral que inclusive impidiera el acceso a la ciudad de la gente sin ticket. Obviamente que si no se frenaba a la gente sin entrada iba a colapsar el metro cuadrado de ese espacio”, explicó.
“Desde el punto de vista de la producción, las torres demoradas carecían de buenas pantallas, entonces la presión se vuelve hacia el centro del escenario”, comentó Grinbank, para luego agregar que “cuando tenés una concentración de gente tan grande, tenés que hacer un vallado en el medio que vaya hasta la consola para eliminar la presión de gente sobre el escenario”.
Grinbank afirmó que se "podrían haber minimizado los márgenes de riesgo".
“Si la gente está a 250 metros y tiene buen audio, pero no tiene buena imagen y la imágenes las das con pantalla de determinada dimensión y las pantallas que tenés son un poco más grandes que un monitor de televisión, es lógico que haya presión de la gente para adelante, y sobre todo si estas pantallas no las tenés lateralizadas”, analizó.
“Se sabe que en este país, culturalmente la gente ingresa sin tickets. Pero en este caso, al ser un predio cerrado con vallado ciego sobre los laterales, las estampidas generaban mucho margen de riesgo”, cuestionó, para luego referirse al tema de la salida del predio. “La salida de esas seis puertas que uno vio en el mapa que desembocaban en una calle que no tenían más de siete metros, la verdad que fue una fortuna que no haya habido más desgracias”, afirmó.
“Si yo pongo buena seguridad en cada torre demorada, pongo un espacio grande, le doy a la gente agua y pongo una pantalla elevada, es obvio que voy a tener menos presión adelante”, sostuvo sobre aquellas cosas que, a su juicio, se podrían haber hecho.
Por último, se refirió al perfil de los seguidores del “Indio”. “El público ricotero tiene una fiesta, tiene determinados valores y son absolutamente respetables. Hasta se pueden coordinar, pero a veces tenés que tomar medidas antipáticas. Preventivamente, no represivamente, hay que cuidar a tu propio público”, expresó.
“Creo que hay una cofradía de comportamiento de la gente que se cuida. Si no, con tanta desorganización se hubiera derivado en más desgracias”, razonó a modo de conclusión.
Para el ex dueño de la Rock & Pop, "a veces tenés que tomar medidas antipáticas".
Por su parte, Fernando Moya, quien estuvo a cargo de la organización del recital de los “Redondos” en River, a comienzos del milenio, consideró que el problema surgió porque los organizadores “son empresarios que van a buscar un lucro por encima de las posibilidades del negocio”.
Sin embargo, Moya no le restó responsabilidad al cantante al decir que para él “el artista forma parte del negocio, porque es consecuente con lo que está pasando”.
“Con los años que tiene de trayectoria, el “Indio” debe estar al frente de ese negocio”, destacó el productor, quien explicó que no se refería a la mística del intérprete, sino a “la calidad profesional del show”.
“El intendente y el artista también son responsables”, afirmó Moya, para quien “la idea falla desde el arranque” y “el Estado es responsable por haber dejado hacer el show en ese lugar en esas condiciones”.