Los instantes previos al fatal accidente del colectivo en Mendoza que dejó un saldo de 19 muertos y 30 heridos tuvo un pedido unánime: disminuir la velocidad con la que circulaba la unidad de Turbus que volcó al pie del Aconcagua.
El impacto destrozó la unidad de la empresa Turbus.
Así lo relataron los propios sobrevivientes del accidente en la ruta 7 a la altura del kilómetro 1223, quienes coincidieron a la hora describir los instantes previos al vuelco: gritos, temor y un pedido concreto al conductor.
"El chofer venía descontrolado, no tenía experiencia, había empezado a trabajar en octubre", relató Leandro Torres, de 18 años, quien sufrió desgarro muscular y varios raspones.
Los testimonios coinciden en que el colectivo que se dirigía a Chile de la empresa Turbus circulaba con exceso de velocidad. "Iba muy rápido, muy rápido. Los pasajeros se quejaban, le gritaban, pero después, cuando se fueron a parar, ya (el micro) se había dado vuelta", continuó Torres.
Por otra parte, Eduardo López, otro de los sobrevivientes, reveló que el colectivo mordió la banquina en los segundos previos al accidente. "El micro derrapó dos veces, mordió la banquina y después agarró una curva a gran velocidad", reveló.
“El chofer intentó frenar la unidad, y al activar los frenos, la unidad se clavó y se dio vuelta”, agregó el hombre.
En el vehículo viajaban 40 pasajeros: 32 argentinos, cuatro chilenos, un haitiano y un colombiano. Tres de ellos eran menores de edad, informó la firma en un comunicado. Los dos conductores sobrevivieron al accidente, fueron detenidos y hoy deberán declarar en Uspallata. Ambos están en la mira.