Fabrizia tiene 10 años, quiere ser veterinaria cuando sea grande y su rostro recorrió los distintos medios de comunicación y redes sociales debido al aberrante ataque que sufrió a manos de un efectivo de la Policía Federal durante las manifestaciones contra el veto de Javier Milei a la ley de reforma jubilatoria que elevaba los haberes para adultos mayores en un 8,1%. La menor se encontraba abrazada a Carla, su mamá, cuando las fuerzas de seguridad bajo las órdenes de la ministra Patricia Bullrich les rociaron directamente a la cara gas pimienta. El rostro de la nena, con los ojos cubiertos de lágrimas, rápidamente se hizo viral. Al igual que el video del ataque.
Como consecuencia, la ministra de Seguridad fue denunciada por presunto abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público, mientras que Fabrizia, a dos días del repudiable ataque de la policía y a pesar de su corta edad, decidió enfrentar las cámaras de televisión. "No espero que me pidan disculpas porque vi que se sentían orgullosos de tirarme gas pimienta. Encima vi el noticiero y Patricia Bullrich le echa la culpa a mi mamá", dijo la nena.
Acompañada por su mamá, Fabrizia destacó que nunca pasó un momento como el que vivió. "Fe una experiencia nueva todo lo que pasó. Es la primera vez que fuimos a una manifestación. Después de ver la votación, que salió negativa, nosotras quisimos ir a defender a los jubilado y encima lo malo fue que me tiraron a mi mamá y a mi gas pimienta y no habíamos hecho nada, de hecho era una manifestación pacífica, y en ningún momento nunca le pegamos a nadie", detalló.
Alejada de la inocencia que puede llegar a tener un nene de su edad, la pequeña destacó que en ningún momento, ni ella ni su mamá, insultaron o agredieron a los agentes de la Policía Federal que las rodeaban. "No le pegamos a la policía, no los insultamos para que ellos nos tiraran gas pimienta. De hecho estábamos sentados en el piso nada más. Estaba enfrente del policía, de hecho. Estaba sentada ahí con mi mamá y me empiezan a tirar gas pimienta, estaban avanzando y yo veía que señalaban", agregó.
Luego de afirmar que no estaba segura si los efectivos señalaban hacia donde ella estaba con su mamá "para que tiren o no gas pimienta", sumó: "En una de las grabaciones muestra, desde la parte de atrás, cómo los policías señalan. Escuché a mi mamá gritar, cerré los ojos, pero ya me había entrado, porque encima estaba viendo justo cuando tiraron el gas y cerré los ojos muy tarde. Empecé a gritar porque, no sé, sentía que no podía ver, no podía respirar de los nervios, no escuchaba a mi mamá, no la sentía".
Según explicó, como no podía abrir los ojos, comenzó a sentir que la llevaban "de acá para allá" y eso le causó temor. "Me asusté y me puse nerviosa", dijo y continuó: "Me atendieron, de hecho, varias veces, como tres, cuatro, porque nos íbamos y me empezaba a doler, me seguía ardiendo toda la cara. No me lo esperaba, porque supuestamente para mí la policía está para cuidarnos, no para afectarnos. Está para eso, pero algunos lamentablemente se corren de la línea".
Al final de la entrevista, Fabrizia destacó que le dio mucha "bronca" lo que ocurrió. "Fue muy injusto. No es que una cosa es que tuviéramos todos gas pimienta, tuviéramos armas con balas de goma y estaríamos ahí peleando entre sí, pero no. Estaban los manifestantes sin nada y los policías con armas, balas de goma y gas pimienta. Y encima eran más policías que manifestantes", aseguró la pequeña y consultada sobre si esperaba recibir disculpas de parte del Gobierno, remató: "Realmente no, no lo espero, porque para mí, no sé, se sentían orgullosos de tirarme gas pimienta. Encima Patricia Bullrich le echa la culpa a mi mamá".