14 Junio de 2021 11:51
Beatriz Zimmermann, la madre de Anna y Olivia, las niñas asesinadas por su padre Tomás Gimeno en Tenerife, España, publicó en las últimas horas una carta abierta luego de que se conociera que el hombre mató a sus hijas en la finca familiar, las ocultó en bolsos deportivos, y las arrojó al fondo del mar desde su barco.
"Deseo que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano. Aunque ahora sintamos el mayor odio, desesperanza y dolor, no sea para traer más sufrimiento al mundo, sino lo contrario", expresó Beatriz.
"Ellas habrán muerto en cuerpo, pero su alma está con todos nosotros para siempre, ayudando a tener más conciencia, amor y respeto por nosotros. La gran mayoría de las personas son seres increíbles, lo han demostrado en este acto tan cruel con la compasión y el dolor", agregó.
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Según dijo, como madre le duele en el alma no poder haberles salvado la vida, y que ojalá ella hubiera estado en ese momento junto a ellas de la mano, para morir juntas. "Pero eso no pudo ser porque Tomás quería que sufriera buscándolas sin descanso y de por vida. Esa fue la razón por la que dejarme a mí con vida. Y, por supuesto, el no quedar como el mayor asesino de la historia. Aquí la justicia salió a la luz", agregó.En el texto, Zimmermann señala que quiso escribir la carta como un gesto de agradecimiento para los que se preocuparon por la situación. "Cuando me dijeron la noticia se me vino el mundo encima y, por muy duro que sea, por lo menos ahora puedo llorar su pérdida y sentirlas a mi lado a cada momento; sentirlas cuando me despierto, cuando desayuno, todo el día, hasta que me acuesto", señaló.
Además, expresó la esperanza de que su caso sirva para que los padres puedan apreciar aun más el hecho de tener a sus hijos cerca. "Lo que yo daría por peinarles el pelo. Ese simple acto ahora mismo es lo que más desearía. Deseo que la muerte de las niñas sirva para crear mayor consciencia sobre el amor que entregamos a nuestros hijos, en valorarlo y cuando estamos con ellos no tener la cabeza en otros asuntos, sino en ellos. Nos necesitan y nos adoran", advirtió.
Finalmente, llamó a generar conciencia sobre la "violencia vicaria", es decir, la que ejercen progenitores violentos sobre sus hijos buscando a su vez dañar por extensión al cónyuge o ex pareja.
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"Espero que las leyes se pongan más duras protegiendo a los niños. Ellos no tienen por qué cargar con esa mochila, y si el amor se acaba, lo más importante es el bienestar de los hijos", subrayó Beatriz pidiendo el establecimiento de un Día Mundial del Niño para recordar que los más chicos son "junto a las personas mayores, nuestro principal cometido de dar amor, apoyo y educación. No olvidar que dependen de nosotros y que confían plenamente en nuestro amor hacia ellos. Tenemos una responsabilidad"."Ellas son ahora dos ángeles que han venido al mundo enseñando una gran lección a costa de su vida. Y yo, siendo su madre, voy a luchar en contra de estas injusticias y el bienestar de los niños", sentenció. "Por ellas y por todos los niños. Anna y Olivia estaban llenas de amor, todos los días yo les decía a cada momento que las amaba muchísimo”.