Federico es periodista. Viajó al Vaticano junto a su pareja. Y, como muchos otros compatriotas, se encontró con el Papa Francisco. El muchacho relata en su facebook la anécdota, y también la recomendación que le dieron antes del encuentro: “Ustedes díganle lo que quieran”. En vez de pedirle o de agradecerle, Federico extrajo su celular del bolsillo y le mostró la pantalla al Sumo Pontífice, quien comenzó a reír.
Bergoglio y Francisco detrás, con buzo claro, en el margen derecho.
7 años después, Federico viajó al Vaticano y le mostró al Papa aquella foto de 2008.
Resulta que Federico y el Papa tienen algo en común, un instante. O, mejor dicho, un viaje en subte. El Papa en ese entonces era Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, y era también un usuario frecuente subte. Por ese motivo, un fotógrafo de la agencia AP tomó una imagen sin saber que se convertiría en leyenda. En ella se ve a Bergoglio con sotana a bordo de un vagón del subte “A”. Pero detrás, sentado en uno de los antiguos de madera, ajeno a la situación, aparece Federico, el mismo que se reencontró con aquel cura, hoy llamado Francisco, hoy Papa y hoy residente en el Vaticano.
Otra de las fotos tomadas en aquel subte Línea “A”.
El joven escribió en su cuenta de facebook: “Le pregunté al Papa si le podía mostrar una foto. "Sí, sí", me dijo. Y le mostré la famosa foto del subte (que ya todos conocemos: él adelante; yo atrás, sentado, serio). "Acá está usted en el subte. Y acá estoy yo", le dije. Me miró, lo miré. Y nos reímos mucho”.