08 Mayo de 2018 08:25
Cinco décadas se cumplen desde la edición de At Folsom Prison, el primer álbum en vivo de Johnny Cash, que la leyenda del folk y el country eligió grabar en el más inesperado de los escenarios: una cárcel.
Cash y su esposa June llegando a Folsom.
El concierto registrado en el disco fue también una especie de gran regreso del cantante. Golpeado por su adicción a las drogas, la popularidad que había amasado en los primeros años de la década del '60 comenzó poco a poco a disminuir.
Sin embargo, ya para fines de 1967 había logrado limpiar sus hábitos. Con fuerza renovada, decidió proponer la idea de grabar en el establecimiento carcelario que había inspirado su canción Folsom Prison Blues. La cual, a su vez, Cash escribió influido por la película Dentro de los muros de Folsom Prison, que vio mientras servía en la Fuerza Aérea en 1953.
Los conciertos tras los muros de la prisión fueron dos, con la idea de terminar eligiendo el que mejores resultados ofreciera. Y su registro ofreció un buen puñado de anécdotas.
Drogas y un arma
Marshall Grant, bajista de Cash, le confesó a Rolling Stone un hecho insólito ocurrido en el marco del evento: entró a Folsom con un arma. "La usábamos para un sketch sobre el escenario, tiraba humo cuando la disparábamos. La entré en el estuche del bajo y la verdad que ni pensé en eso. Pero cuando fui a buscar el bajo y vi el arma pensé que me iban a dejar toda la vida ahi adentro. Así que se lo expliqué a un guardia de seguridad que me dijo que se la llevaría al alcalde para que la guardara bajo llave".
El álbum grabado en la prisión hizo renacer la carrera de Cash.
Sin embargo, Jim Marshall, el fotógrafo que registró las imágenes del show, entró con algo muchísimo más incriminante. "Me había olvidado de que tenía dos pequeñas bolas de hachís en la funda de mi cámara", reveló en diálogo con la misma revista. "Y obviamente no las encontraron. ¿Pero te imaginás entrar a una cárcel llevando drogas?".
La visita a la prisión, claro, no estuvo exenta de precauciones. Cash quiso que su esposa y socia musical, June Carter, lo acompañara, pero se negaron a llevar al resto de las mujeres de la familia por temor a las reacciones de los presos.
Y la presencia de June se probó como un gran plus. Apenas salió a escena, no hubo ningún comentario inapropiado de parte de los presos, quienes la recibieron con una gran ovación. Vale recordar que Carter era una estrella en su propio derecho: junto a su madre y sus hermanas, fue una de las pioneras de la popularización del country moderno.
El álbum At Folsom Prison obtuvo el disco de oro.
La historia, claro, probó que los inconvenientes de llevar adelante la idea valieron la pena. Cinco meses después de su lanzamiento, recibió un disco de oro cuando sobrepasó el medio millón de copias vendidas. "Ese fue el momento en el cual las cosas volvieron a encenderse para mí", supo valorar Cash tiempo después.