13 Febrero de 2017 05:22
Pese a las campañas de concientización, a las masivas marchas en reclamo por el “Ni una menos” y al avance en materia de políticas preventivas, el índice de femicidios se sigue acelerando en el país. Sólo en los 43 días que van del 2017 ya se perpetuaron 57 asesinatos, lo que arroja una alarmante cifra: se comete un homicidio cada 18 horas.
Sabrina y Denis tenían 15 y 17 años. Fueron asesinadas el sábado por el ex de la mayor.
Un reciente informe del Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei resaltó un incremento en el número de denuncias realizadas, aunque cuestionó el trato que reciben las víctimas en las comisarías y fiscalías.
Diego Loscalzo asesinó a su novia, Romina y a cinco miembros de su familia.
“Sólo en la provincia de Buenos Aires se realizan aproximadamente 420 denuncias por día por mujeres violentadas que lograron romper el muro de silencio, alimentado de golpes, control y amenazas. Pero, cabe decir que muchas veces en las comisarías o en las fiscalías se hace lo posible por eludir la denuncia de la víctima, se las maltrata y así se las vuelve a victimizar”, advirtió Julio Torrada, abogado del Instituto.
Las marchas se multiplican, pero el índice de femicidios no para de subir.
El informe revela que desde el 31 de enero hasta el 12 de febrero se registraron 57 femicidios “cometidos por varones que tienen un sentido de pertenencia de las mujeres, como si fueran objetos de su propiedad”.
Luis Esteban Weiman, el único detenido por la brutal balacera de Florencio Varela.
La masacre de Hurlingham, en la que Diego Loscalzo asesino a su pareja Romina Maguna (pero también mató a su cuñada, cuñado, suegra, concuñado y a una concuñada embarazada que terminó perdiendo su embarazo de nueve meses) y la reciente brutal balacera contra cuatro adolescentes en Florencio Varela evidenciaron el incremento de los “femicidios vinculados”.
Loscalzo permanece detenido. "Perdí a mi familia, no tengo que estar detenido", fue su defensa.
“En el último tiempo observamos que los femicidas están agrediendo también a sus seres queridos, a personas de su entorno familiar, social o sentimental. Es decir: los femicidas van por todo para destruir completamente a la mujer que cree suya”, explicó Torrada.
Loscalzo junto a tres de sus cinco víctimas.
Los femicidios vinculados no siempre son casualidad. “En algunos casos, los agresores buscan a las víctimas cuando están acompañadas por sus hijos u otros familiares. El victimario suele asumir que ese entorno toma partido por la víctima porque son los que intentan protegerla. Además, suelen eliminar a ese entorno para no dejar testigos”, precisó al diario Clarín Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer.
Wanda Taddei fue asesinada en febrero de 2010 por su pareja, Eduardo Vázquez.
“Estos agresores se caracterizan por estar cegados por la bronca, porque sienten que una mujer que no responde a sus reclamos los traiciona, aunque esto no sea así. Entonces, actúan con toda la violencia posible. Cuando matan a un hijo es para lastimar a su víctima y, también, para mostrar que están decididos a todo”, remató.
