Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) la pobreza alcanzó al 37,3% y al 27,9%de los hogares en el segundo semestre de 2021. El número de la indigencia fue de 8,2%. Aunque hubo una mejora del segundo semestre del año pasado, los indicadores todavía están por detrás de los niveles que tenían antes de la pandemia del Covid-19. Para finales de 2019, el último índice mostró una pobreza de 35,5% y en el peor momento del aislamiento, social, preventivo y obligatorio la pobreza llegó a tocar un pico de 42%.
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Los indicadores sociales principales mostraron una leve mejora respecto al 42% de pobreza que marcó el 2020 y el 40,6 por ciento de la primera mitad del 2021. Tanto la pobreza como la indigencia tuvieron un leve recorte, explicado por la recuperación económica superior al 10 por ciento el año pasado que fue acompañada por un rebote en los números de empleo. De todas maneras, ese paliativo fue muy parcial, en especial para las familias que llegan a fin de mes con ingresos de empleos no registrados. Como referencia, los trabajadores informales perdieron por unos 12 puntos porcentuales contra la inflación.
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La mejora en la demanda laboral ayudó a que muchos hogares en 2021, en que la economía creció más de 10%, aunque estiman que una rápida aceleración de la inflación, el peor flagelo de nuestro país, podría rever la tendencia de mejora.
En cuanto al rango etario, la pobreza fue de 51,4% entre menores de 15 años; de 44,2% en personas de 15 a 29; de 32,6% en las de 30 a 64; y de 13% en mayores de 65.