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Herrera de Noble, Magnetto y Mitre, sobreseídos en la causa Papel Prensa

El juez Ercolini determinó que la compra de acciones de esa empresa no fue ilegítima ni viciada de delitos de lesa humanidad.

16 Diciembre de 2016 15:55
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El sobreseimiento de Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto, del Grupo Clarín, y Bartolomé Mitre, de La Nación, en la causa Papel Prensa fue oficializado hoy por el juez federal Julián Ercolini

Herrera de Noble, aquí junto a sus hijos Felipe y Marcela, fue sobreseída. 

En su resolución, el magistrado entendió que la operación de compra de acciones de esa firma no fue ilegítima ni estuvo viciada de "acciones delictivas calificadas de lesa humanidad".

En la misma causa también fueron sobreseídos Raymundo Pío Podestá, ex secretario de Desarrollo Industrial del último gobierno militar, y Guillermo Gainza Paz, intermediario de la operación accionaria. 

"Ha quedado desvirtuada la hipótesis de relación cronológica, lógica y jurídica entre los compradores de las acciones de la mencionada empresa (Papel Prensa), las amenazas y extorsiones previas y los delitos de privación ilegal de la libertad y sometimiento a tormentos sufridos por familiares, integrantes y allegados al Grupo Graiver", explicita la resolución de Ercolini.

Compra y tortura

El hecho que es eje de la causa ocurrió en noviembre de 1976 meses después del fallecimiento del propietario de Papel Prensa, el banquero David Graiver, en un accidente aéreo.

Su ex esposa, Lidia Papaleo, relató que fue sometida a torturas por parte de las fuerzas militares y luego la obligaron a vender sus acciones de la compañía.  

De acuerdo al fiscal Leonardo Gómez Barbella, quien impulsó las indagatorias de la causa, "los compradores adquirieron la empresa Papel Prensa mediante intimidación al Grupo Graiver". 

Sin embargo, de acuerdo a Ercolini,"si se tiene en cuenta que las acciones de la empresa fueron vendidas a un total de U$S 8.300.000, no se advierte que el precio haya sido inferior a la inversión realizada para la compra de aquella empresa, máxime si se contempla el apremio económico que convocaba a la familia Graiver y la urgencia que tenían en deshacerse de las empresas que conformaban el Grupo, en miras a poder -con su producido- cancelar las deudas contraídas por David Graiver".