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Higui, la mujer que se defendió de una violación grupal, mató a uno y es condenada por la Justicia

La patota la amenazaba por ser lesbiana: “Te vamos a empalar, tortillera”. El juicio empieza el 15 de marzo.

por Matias Ayrala

06 Marzo de 2022 08:00
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“Te voy a hacer mujer, forra lesbiana”. Con esa frase, Cristián Espósito atacó a Eva Analía de Jesús en un pasillo del barrio Mariló, en San Miguel. Era el domingo 16 de octubre de 2016 y en Argentina se celebraba el Día de la madre. La mujer de 45 años, a la que apodaron Higui y que mide 1,50 de altura, sufría, desde hacía un tiempo, el hostigamiento de un grupo de hombres del lugar que la insultaban por ser lesbiana. Higui se defendió. Pero esta vez era muchos.

 

Otra amenaza. “Te vamos a empalar, tortillera”. Nueve hombres golpeaban en la cabeza a Higui y Espósito la había tirado al suelo y se había acostado sobre ella. La patota la iba a violar. Y, seguramente, después la iban a matar. Ella lo sabía. Como sucede día a día por la violencia machista. Pero Higui se defendió. Esa noche su vida cambiaría para siempre. 

 

Hacía unos meses, Higui se había tenido que ir del barrio. Las amenazas cargadas de lesboodio por parte de esos hombres eran una rutina. La acosaban en la calle. Le habían incendiado su casa en dos oportunidades. También la habían repetido la misma amenaza semana a semana durante los últimos años: “Te vamos a violar”. Esa noche intentaban cumplirla. Pero Higui se defendió. De entre su ropa, sacó un cuchillo, se lo clavó a su atacante y se desmayó. El violador murió horas después. 

 

Durante su vida, Higui, fanática del fútbol y arquera como el colombiano René Higuita, de donde sacó su apodo, vivió momentos de profundo dolor. A los 13 años debió alejarse de su casa porque su padre abusaba sexualmente de ella. En la adolescencia debió hacerse fuerte por la discriminación. Más tarde, enfrentó la violencia del patriarcado en las calles. En 2002, la acuchillaron por ser lesbiana. Años después le prendieron fuego su casa. También le robaron su bicicleta. La apedrearon. La atacaron. Así que un buen día, decidió andar con un cuchillo escondido en su corpiño. Con esa arma, mató al violador y salvó su vida. 

 

Más tarde, la Policía de la provincia de Buenos Aires la encontró desvanecida en la calle. Estaba golpeada. Su ropa esta destrozada. Sangraba. Sus atacantes no pudieron violarla pero la denunciaron por el asesinato de Espósito. En su declaración, Higui contó cómo fue el ataque y la forma en la que se defendió. En su investigación, el fiscal no profundizó sobre lo que la mujer había sufrido antes de matar a Espósito. Fue procesada por “homicidio simple” por el Juzgado de Garantías 6 de San Martín. La pena que enfrenta es de 8 a 25 años de prisión. 

 

Con Eva detenida, su caso comenzó a tomar repercusión en los movimientos feminista y LGBTQ+. La lucha de Higui se convirtió en la de muchas. Hubo actos, movilizaciones y notas sobre el caso, mientras su abogada defensora, Gabriela Conder, peleaba en la Justicia. En 2017, la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria para esperar el juicio oral en libertad.

 

Todavía se recuerdan los gritos de Higui en ese pabellón del Penal de Magdalena. “¡La libertad, chicas! ¡La libertad!”, exclamaba Higui a sus compañeras, cuando una de sus hermanas le comunicó la noticia. Saltaba, bailaba, lloraba y reía. La alegría se expresaba de todas formas en su cuerpo. Ahora comenzará el juicio oral. Será el 15 de marzo en los tribunales de San Martín.

La lucha continúa

Hace dos semanas, Higui y su abogada se reunieron con militantes en la Plaza de Mayo. El objetivo fue buscar estrategias para que la Justicia le dé la absolución. “Yo salí por las pibis”, fue lo primero que les dijo Higui a los presentes y a modo de agradecimiento. En tanto, Conder aseguró: “La idea de organizarnos es porque todas sabemos que Higui se defendió. Cuando una sale del lugar de víctima y se defiende, el Estado te acusa. No quieren que nos defendamos”. 

 

Hace tan solo algunas horas, la sociedad argentina se conmovió por el caso de la violación grupal, dentro de un auto, en Palermo. Seis hombres abusaron de una chica de 20 años, que se encontraba casi inconsciente, y fue rescatada por una mujer. ¿Qué fue lo primero que la joven le dijo cuando la sacó del vehículo a pesar de su estado? “Me salvaste la vida”, le dijo mientras la abrazaba. 

 

Otra pregunta: ¿Qué hubiera pasado si Higui no se defendía? Su abogada lo respondió durante el acto en Plaza de Mayo.  “Fue un ataque y un ataque sexual. Higui se defendió, era su vida o la del atacante. Sin embargo, fue indagada por homicidio simple. Higui es una persona chiquita de 1, 50 de estatura. Estaba sola y un grupo de 4 hombres la atacó. Uno de ellos intentó violarla como forma 'correctiva´ por su orientación sexual, mientras era golpeada por los otros tres, los cuales la agredían”.

 

Y completó sobre lo que sucederá durante el juicio: “La mayoría de los testigos van a declarar en contra de Higui. Se trata de los agresores y de todos sus familiares. Otros testigos, vecinos del barrio, hablarán de cómo la acosaban e insultaban cuando ella vivía allí”.

Por último, la letrada afirmó: “Higui está libre porque hubo una movida importante. Salió por la gente que activó en ese momento. Otra vez les pido al activismo y quienes quieran acercarse que estén presentes en el juicio. No nos pueden meter presas por defendernos. Es necesario saber qué van a decir los jueces. Por eso el juicio tiene que ser público”.

 

Higui fue víctima de la violencia machista. Higui es víctima de la Justicia machista. Tras ser acusada de “homicidio simple” fue encerrada y revictimizada. Nadie le creyó. Los policías que debían defenderla la encerraron. Los jueces y fiscales intentan condenarla. Las escenas de lesboodio se repiten en cada rincón del país. Los hombres que golpearon, desmayaron e intentaron violar a Eva siguen libres. Nunca fueron imputados, ni detenidos. Higui se defendió. Y así salvó su vida. Cualquiera de nosotros hubiera hecho lo mismo. 

  

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