“Hoy se cumplirá un sueño", dice con orgullo y casi sin dormir. El que habla es Marcelo Morante, el médico que impulsó el uso del cannabis para combatir "el dolor".
"Siento que los políticos legitimaron la lucha que estaba llevando adelante la sociedad. Son los últimos que se sumaron al debate y me siento feliz. Se legitima lo que la gente necesita. Lo siento como un sueño cumplido y el día de hoy es un antes y un después como sociedad”, cuenta a BigBang.
Marcelo Morante, pionero en el cannabis.
Marcelo nació en General La Madrid y que estudió en la Universidad Nacional de La Plata. Mariela es madre de dos hijas y en pleno ejercicio de su profesión le diagnosticaron neurolupus (conjunto de síndromes neurológicos y psiquiátricos). Las convulsiones y dolores eran visiblemente dolorosas, para ella y para su entorno. Marcelo no podía quedarse detenido. En búsqueda de un paliativo, se lanzó a investigar el cerebro de su hermana mientras leía sobre tratamientos del dolor. En ese trabajo de investigación conoció al cannabis.
El "pueblo" La Madrid planta y cultiva cannabis. Gentileza Foto Revista THC.
“Como médico, muchas veces estamos alejados de las leyes. Esta lucha fue por una ley. No alcanzó con estar en él un consultorio para mitigar el dolor. Tuvimos que ir más allá y así fue”, repasa.
LA FORMACIÓN
Morante viajó en 1999 a España y en 2014 se formó en Canadá. En cada curso y taller a los que asistió habló con colegas de diferentes partes del mundo y entendió de la importancia de aportar su granito de arena en la medicina argentina. Así se convirtió en el médico pionero en el uso de cannabis como paliativo.
“Mi hermana tenía una convulsión, que no respondía a nada. Y verla sufrir me llevó a buscar algo que evite que sufra. Ahora a diario recibo pacientes con dolor, con cáncer, Parkinson y mamás con epilepsia. Es las que más soportaron esta lucha son las madres de esos nenes. Me dieron toda la fuerza y es porque ellas tienen una fuerza única”, cuenta y no se olvida de los malos momentos que debió enfrentar. Fue cuestionado y su camino no fue simple pero nada lo detuvo.
“Mi hermana tenía una convulsión, que no respondía a nada. Y verla sufrir me llevó a buscar algo que evite que sufra
Morante y su equipo. Gentileza Foto Revista THC.
“Cuando comencé tenía una sensación de miedo, de inseguridad. Pero entendí que como educador tenía la misión de seguir investigando y de enseñarles a otros que podíamos paliar el dolor. En Canadá, donde me formé, estaba la ley pero faltaba la capacitación médica. Acá falta la ley y llegará para seguir formando médicos y especialistas, pero hay mucho interés”, sostiene.
LA LEY Y EL PROYECTO
La Legislatura mendocina aprobó ayer la ley por la cual se establece un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso terapéutico o paliativo de cannabis y sus derivados. La ley le ordena al Ministerio de Salud la "implementación, vigilancia y control de investigaciones médicas y científicas, incluidos experimentos clínicos con aceite de cannabis y sus derivados".
Hoy se debate en el Senado tratará el proyecto de ley para avanzar en la investigación médica y científica del uso del cannabis medicinal y de sus derivados luego de haber obtenido el plenario de comisiones. El proyecto no prevé el autocultivo y podría convertirse en ley a 24 horas de haber comenzar a ser tratado en comisión por los senadores.
La planta es considerada un aporte para la medicina.
“Con la ley termina la especulación de venta de aceite, y otros negocios nefastos. Es la única forma de darle un marco regulatorio”, sostiene Morante. Y confiesa que siente que se vuelve a recibir de médico. “Tengo la sensación que viví cuando me recibió. Me recibo de médico de nuevo. Se revalida mi compromiso social. Es como una materia que acabo de rendir”, dice.
"Con la ley termina la especulación de venta de aceite, y otros negocios nefastos
A sus 45 años y con un poco más de 20 años de profesional tienen más ganas que nunca de seguir adelante con esta ayuda. También se desempeña como director de Posgrado e investigador del área del dolor. Es codirector de tesis en desarrollo sobre talleres de comunicación sobre cannabis medicinal en la población y miembro de The Group (Grupo de Docentes Latinoamericanos para la Enseñanza del Uso Médico de los Cannabinoides). Asimismo, es investigador del Instituto de Neurociencias “Alexander Luria”. Según define "su vida está dedicada a eliminar el dolor ajeno”.
“Mi día es largo. Doy clases en la Universidad de La Plata y luego sigo con mi consultorio y los fines de semana me dedico a viajar al interior para dar charlas o clases a otros médicos. Pronto viajo a Chaco, luego Neuquén y hoy me invitaron de Misiones. Estoy muy motivado por la apertura”, cuenta y no deja de sonreír. Su búsqueda era ayudar a su hermana y multiplicó el resultado de su esfuerzo.
“Al comienzo de todo esto me sentí muy mal por momentos, fue señalado y no fue fácil
“Al comienzo de todo esto me sentí muy mal por momentos, fue señalado y no fue fácil. Pero a la vez es como que todo pasó rápido. Se dio un debate natural. Y eso también ayuda a legitimar el consumo. Se le quita la parte criminal, porque un cultivador o un consumidor no tienen que estar detenido. No tiene sentido allanar a alguien que tiene cuadro plantas. Ahora se podrá hablar más del tema, como se necesita”, lanza.
"No tiene sentido allanar a alguien que tiene cuadro plantas
Morante tiene dos hijos adolescentes, de 16 y 12 años. Y lo más llamativo de todo es que, pese a luchar por el buen uso del THC, lo probó una vez. “No tomo ninguna sustancia, ni alcohol, ni fumé nunca en mi vida. Yo amo la docencia, hacer consultorio y escuchar historias. Y si el cannabis ayuda a la gente, hay que luchar por eso y la ley es el premio a tanta lucha”, finalizó.
"Yo amo la docencia, hacer consultorio y escuchar historias
El Congreso de la Nación lo convocó en reiteradas oportunidades como experto para el estudio de la nueva regulación del cannabis medicinal. Ha dado conferencias sobre medicina del dolor y el cannabis en Uruguay, Chile y Colombia. Y hoy solo desea que se cumpla el sueño que inició cuando quiso ayudar a su hermana sin imaginar lo que se generaría.