En los últimos años Finlandia logró desarrollar un sistema educativo público que se caracteriza por ser uno de los mejores del mundo. Aunque durante mucho tiempo el país vivió en la pobreza, en el año 1970 iniciaron una serie de reformas innovadoras que logró que en un lapso de 30 años el país pasara de tener una educación mediocre a encabezar los rankings mundiales de enseñanza.
Finlandia tiene la mejor educación del mundo.
Aunque para algunos los finlandeses hacen todo lo contrario a lo que emprende el resto del mundo en materia de educación, la realidad es que las claves del método que usan tiene que ver con la igualdad de oportunidades a la hora de aprender, reducir el número de horas de clase y limitar al mínimo los deberes de casa y las pruebas escolares. Un dato clave: no existe la educación privada. Todas las escuelas son públicas.
Según explican algunos educadores internacionales, el secreto está en que la educación pública de alta calidad no es el resultado de políticas educativas por sí solas, sino también de políticas sociales.
El 31% de los docentes primarios tiene más de un trabajo y en los secundarios la cifra es mayor
Esto tiene que ver con que lo más importante para el estado finlandés es conseguir que los niños pobres y los de las clases más altas tengan las mismas posibilidades a la hora de estudiar.
Una de las escuelas públicas que sigue esta iniciativa es el colegio Viikki, uno de los centros educativos de enseñanza media más importantes de Helsinki, donde es normal ver al hijo de un empresario estudiando junto al hijo de un obrero.
El secreto de Finlandia está brindar igualdad de oportunidades para los estudiantes.
En esta institución todos los días se sirve a los estudiantes abundantes platos de comida sanos, se les ofrece cuidado y material escolar gratuito, al mismo tiempo que las matrículas escolares no existen.
Según explicó a la BBC el educador Pasi Sahlberg, lo más importante de estas reformas políticas educativas tiene que ver con que la salud, vivienda y educación sea gratuita, lo mismo que la posibilidad de conseguir guarderías para niños casi totalmente subsidiadas.
En Finlandia la mayoría de las guarderías de niños están subsidiadas.
Hasta finales de los años 60, solo el 10% de los finlandeses había terminado la enseñanza secundaria, lo cierto es que en la década de los 70 la nación fue convocada a cambiar. La educación pública pasó a ser percibida como la base fundamental para la creación de un futuro menos mediocre, y la igualdad e inclusión social marcó el desarrollo de la educación obligatoria finlandesa.
Así, en una decisión histórica del Parlamento finlandés, todos los niños, independientemente de contexto socioeconómico que tuvieran, pasaron a tener acceso igualitario y gratuito a escuelas de muy buena calidad para cumplir los nueve años de educación básica.
Del mismo modo, este sistema educativo no cree en la eficacia de una alta frecuencia de exámenes, por lo que se aplican con poca regularidad cualquier tipo de evaluación.
Lo que creen en Finlandia es que los profesores deben ayudar a los alumnos a aprender sin ansiedad, a crear y desarrollar la curiosidad natural, y no simplemente a pasar evaluaciones.