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Incógnitas y certezas sobre la muerte del cura tucumano

Mientras cientos de personas lo despedían hoy en su tierra natal, la muerte de Juan Viroche sigue generando incógnitas. Los resultados de la autopsia, cómo estaba la Iglesia cuando encontraron el cuerpo y la "pista sentimental", algunos de los principales datos alrededor del caso.

06 Octubre de 2016 22:33
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Hace apenas horas, los restos del padre Juan Viroche fueron despedidos entre reclamos de justicia por cientos de personas en la localidad tucumana de La Florida, donde el párroco luchaba para desterrar a la droga.

Sin embargo, el hecho de que se haya enterrado su cuerpo no quiere decir que con él se hayan sepultado las dudas que muchos tienen en torno a un crimen que sacude no sólo a la provincia sino a todo el país, y que puede resumirse en las siguientes claves.

El resultado de la autopsia realizada ayer por la tarde al cuerpo del religioso arrojó que no se encontraron en él signos de violencia.

El fiscal que entiende en la causa, Diego López Ávila, sostiene que la hipótesis más firme es la del suicidio.

El fiscal de la causa, Diego López Ávila.

Un millar de habitantes de la localidad tucumana de La Florida marcharon para exigir el esclarecimiento de la muerte del sacerdote.

Cientos de personas despidieron los restos del sacerdote. 

La Iglesia tucumana reclamó “un pronto esclarecimiento” de la muerte del cura, quien había sido amenazado por sus denuncias contra narcos.

El ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad de Tucumán, Regino Amado, recibió “expresas instrucciones” del gobernador Manzur de “poner todos los recursos que sean necesarios para el esclarecimiento”.

Regino Amado, ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad de Tucumán. 

Según Juan Díaz, presidente de la Biblioteca Juan Pablo II, de La Florida, cuando ingresó a la Iglesia había un charco de sangre de 25 x 15 centímetros.

En el interior de la parroquia había varios destrozos, como un Cristo roto y una urna pulverizada, además de bancos volcados y caídos.

El cura había denunciado denunció que lo querían matar, ya que en poco tiempo sufrió tres “accidentes” que casi le cuestan la vida.

Investigan una “pista sentimental” a partir de la declaración de una mujer que dijo haber tenido una relación amorosa con el sacerdote.

En definitiva, son más las dudas que las certezas en torno a la muerte del sacerdote tucumano, que seguramente se van a ir incrementando con el correr de los días. Porque, si bien por ahora prima la idea de que se trató de un suicidio, ni su pueblo ni su círculo más cercano creen que la persona que daba su vida por ellos haya podido quitársela de esa manera.