Una mujer en el partido de Cañuelas se acercó el jueves pasado a la Comisaría de la Mujer para denunciar a su marido por violencia de género. Brindó sus datos y relató con detalles el tormento al que fue sometida. Al abandonar el lugar, el policía que le había tomado la denuncia comenzó a acosarla.
El policía la acosó vía mensajes de texto.
Junto a la oficial que la recibió hacer una denuncia por violencia de género estaba Miguel Páez, un agente sin rango especial. Horas más tarde, cuando la mujer ya había regresado a su casa, recibió un mensaje a su celular. "Tengo que hacer un par de diligencias en tu casa por un oficio", fue uno de los primeros. El emisor era Páez. La mujer contestó y continuó leyendo las palabras del oficial.
Las amenazas.
Páez comenzó a enviarle mensajes a su celular diciendo que si quería que la denuncia contra su esposo prosperara tenía que acostarse con él. "Debo hacer un informe para fiscalía y además tengo que revisar todo el cuerpo que es para mi", le envió el policía.
La mujer regresó a la Comisaría de la Mujer y lo denunció, pero se negaron a dejar registrado su relato. Y la situación empeoró. Luego de insistir, logró denunciarlo y se inició un sumario administrativo y penal. También fue desafectado de su cargo, porque "no está permitido que un efectivo tenga un vínculo con una denunciante, sea ese vinculo consentido o no. Es incompatible con la función", dijeron.
La víctima contó con el acompañamiento de la Casa de la Mujer de Máximo Paz. En diálogo con BigBang, Analía Esquivel, quien está a cargo de la institución, aseguró que todavía hay muchas comisarías que se niegan a tomar denuncias por violencia de género.
"La persona que tienen el rol para proteger a una mujer son los que la están acosando y desestimando sus dichos. No es nuevo, a muchas mujeres le sucede que en la comisaría no las contienen y las juzgan", afirmó, y sumó que hoy la Casa de la Mujer junto a la agrupación de frente Cetep realizarán un ciclo de radio abierta para contar más detalles sobre esta problemática.
Alfredo Tucumán murió tras ser apuñalado.
Otro antecedente similar ocurrió en la provincia de San Juan. Es el caso de Alfredo Tucumán. El hombre se acercó a la comisaría para denunciar que su pareja lo golpeada y los policías se rieron de él. Y como si fuera poco, lo llamaron "maricón".
Luego de ese episodio, Alfredo fue apuñalado. Por el hecho, terminó detenida su esposa, Claudia Moya, acusada del homicidio. Según los allegados a la víctima, el hostigamiento era permanente.