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¡Indignante! Un restaurante de Palermo echó a una nena discapacitada por entrar con su perro guía

La mamá de la menor contó cómo el encargado del local "Rey del vino" le pidió de forma brusca, frente a sus cuatro hijos, que se fueran del lugar.

14 Agosto de 2018 16:36
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Las redes sociales pueden ser utilizadas de distintas maneras: hay quienes comparten cada uno de los momentos que disfrutan en pareja y otros aprovechan esta herramienta para dar a conocer alguna injusticia. Este es el caso de Laura Fernández Lugli, quien a través de su cuenta de Facebook dio a conocer que su hija de 8 años, de nombre Lola, fue “discriminada” por un restaurante de Palermo.

La pequeña Lola, junto a su perro de asistencia. 

Todo comenzó algunos días atrás, precisamente el sábado 11 de agosto, cuando Lugli -en medio de mucha bronca- utilizó su Facebook para descargarse. Allí, la mujer relató cómo su pequeña hija de 8 años, que tiene síndrome de West y TGD (autismo), fue literalmente echada del restaurante "Rey del vino" -ubicado en Palermo- por ingresar al lugar con su perro guía.

El descargo de la mamá de la nena en las redes sociales. 

Desde hace algunos meses, la pequeña es seguida a sol y sombra por un perro de Asistencia para Personas, el cual está atado a su cintura gran parte del día. "¿Por qué tenemos que pasar mal rato y ser discriminados? ¿Después tener que hacer denuncia??? No, ni ganas, bastante ya tenemos”, escribió Lugli en la red social, despertando la indignación de sus seguidores.

Lo cierto es que existe la ley 26.858 le permite a cada persona ingresar a lugares públicos y privados a todos aquellos con discapacidad acompañadas por un perro guía o de asistencia. Así, la norma le asegura el "derecho al acceso, deambulación y permanencia” a lugares públicos y privados de acceso público, así como en los servicios de transporte público.

La menor, con su compañero canino, en un supermercado de la zona. 

La ley fue sancionada en mayo de 2013 y promulgada en junio del mismo año, razón por la cual Lugli se mostró indignada con la situación. “Después, en algunos lugares te piden disculpas. Te dicen, ´bueno Entra´ cuando la gente se pone de nuestro lado (gracias a Dios). Pero ya está... nos arruinaron el día”, siguió con su descargo la molesta mujer.

Según contó, esta clase de situaciones le sucede a diario y remarcó que es "desgastante", y hasta innecesario, tener que dar explicaciones. “Dando explicaciones Innecesarias. Es desgastante. Esto lamentablemente nos sucede a diario. Pidiendo por favor si nos dejan entrar. ¿A dónde van todos? Nuestros hijos, amigos y familia. Al cine, súper, restoranes, locales, etc”, describió.

Su reclamo en la página del lugar de comida. 

Furiosa, Lugli detalló que al momento de llegar al local ubicado en Paraguay 5001, esquina Juan B. Justo, su hija ingresó con el perro de nombre Preto y se sentó en una de las mesas. Fue ahí que el encargado, muy prepotente, les pidió que se retiraran del lugar. “Le mostró el carnet, todo, es oficial. Los comensales se enojaron por la deplorable actitud”, explicó.

Según publicó en la página oficial del restaurante, el encargado le gritó enfrente de sus cuatro hijos "ándate, rajá de acá con ese perro.. ¡desubicada!" sin importarle de que se tratara de una menor discapacitada. “Mientras, los clientes a favor de mi hija me daban sus teléfonos y nombres para salir de testigos. Yo me fui, nos arruinó la noche. Hice la denuncia por discriminación y llamé a la policía”, contó Lugli.

Lola junto al animal de asistencia en el subte. 

Por último, calificó al lugar como “basura” y aseguró que violó los derechos del menor y discapacidad. Lo cierto es que el establecimiento de comida utilizó la misma vía -su cuenta de Facebook- para disculparse por lo ocurrido y hacerle llegar a Lugli sus disculpas.

“Estamos al tanto y nos entristecen los lamentables hechos ocurridos en nuestro local en el día de ayer viernes por la noche. Desde el Rey nos importa que cada uno de nuestros clientes y amigos se sientan bienvenidos, a gusto y como en casa”, escribieron.

El pedido de disculpas del local. 

Y agregaron: “Estamos tomando las medidas pertinentes con cada uno de los integrantes de nuestro personal para que esto, así como ningún otro hecho lamentable, vuelva a repetirse. Vamos a ponernos en contacto con la familia de Lola para hacerles llegar nuestras más sinceras disculpas y ponernos a disposición”.