por Gisela Nicosia
14 Junio de 2016 20:43El deseo de dar vida le gana a la muerte y la herencia del deseo de un hijo se hace posible. La viuda de un hombre que fue una de las 11 víctimas fatales de la tragedia ferroviaria ocurrida en septiembre de 2011 en el barrio porteño de Flores logró, mediante acciones judiciales, iniciar el tratamiento de fertilización asistida para tener un hijo con su marido.
La imagen de la tragedia: 11 personas murieron en el accidente.
Cecilia Núñez, había iniciado con su esposo Pablo un tratamiento de fertilización asistida para buscar un bebé semanas antes de que él muriera en el trágico accidente.
Según consultó BigBang a distintos especialistas, la práctica no puede negársela a ninguna paciente que sufra una situación similar ya que ambos firmaron el pedido. Ya fueron cinco los casos con inseminación post mortem pero éste es el primero en el que el donante de esperma no firmó la autorización mencionando que tras su muerte podían manipular su semen.
Para Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico y Presidente de la Fundación Repro la práctica post mortem es una realidad poco frecuente. "Cuando un hombre fallece, la temperatura corporal desciende por un tiempo y luego comienza a subir. Pero, si el cuerpo está refrigerado, es posible que los espermatozoides continúen viables hasta 3-4 días luego del fallecimiento", detalla sobre el procedimiento, que para extraer el esperma se realiza una biopsia de testículo para recuperar espermatozoides vivos.
En Argentina se guardan alrededor de 65.000 muestras, entre óvulos y espermas.
"El consentimiento para realizar este procedimiento rara vez está firmado, especialmente cuando se trata de gente joven que ha padecido una muerte accidental. Tal vez un día esto suceda con mayor frecuencia y cada vez más personas decidan criopreservar una muestra de semen - que es lo que uno pregona tanto para óvulos como para espermatozoides- preservando la fertilidad a futuro", suma.
"El consentimiento para realizar este procedimiento rara vez está firmado
Pasqualini sostiene que en este caso "si bien el consentimiento no existía, en cierto punto es comprensible la autorización porque la pareja estaba buscando ser padres, estaban realizando un tratamiento de fertilización asistida". Lo cierto es para este especialista, el caso será un precedente, incluso otras partes del mundo.
"Con la difusión de estos casos en los medios, es de esperar que se repita la solicitud para criorpeservar espermatozoides post mortem en casos de fallecimientos repentinos, ya sea en caso de accidente, inseguridad o motivos médicos. Pero las estadísticas muestran que muy pocas mujeres recurrirán a ellos para realizar tratamientos con esa muestra", dice sin oponerse a esta aprobación.
En Argentina se guardan alrededor de 65.000 muestras, entre óvulos y espermas, con un costo inicial aproximado de $15.000 y cuotas por el mantenimiento que rondan los $1.500 anuales.
Pero el tema genera opiniones encontradas incluso entre los que saben. Fernando Neuspiller, director de IVI Buenos Aires aseguró que "es necesario que el marido firme en el consentimiento informado que autorizaba la extracción de una muestra de semen post mortem".
"El apoyo psicológico en esta situación creo que debería haber sido fundamental, ya que la mujer está tomando una decisión de gran importancia a la vez de estar viviendo un duelo
"En caso de no haber sido así, me parece truculento, una actitud egoísta de la mujer que no está pensando en el futuro del niño por nacer sino en el deseo de ella de ser madre. El apoyo psicológico en esta situación creo que debería haber sido fundamental, ya que la mujer está tomando una decisión de gran importancia a la vez de estar viviendo un duelo", explicó.
Pese a que hace 5 años se quitó la regulación post mortem del Código Civil, la jueza a cargo del caso, Celia Giordanino, autorizó el tratamiento luego de escuchar los testimonios de amigos, hermanos y cercanos a la pareja, quienes confirmaron sus deseos de ser padres. El deseo de la pareja pudo demostrarse y en poco tiempo se inicia el proceso tan esperado.
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LA HISTORIA DE AMOR LA PAREJA
Cecilia y Pablo convivían desde hace siete meses. Decididos a ser padres comenzaron los trámites para realizar una fertilización y el destino hizo que Pablo no pueda vivir la llegada de su bebé. Trabajaba como empleado de la empresa Edenor y cuando viajaba para cumplir su turno, el 13 de septiembre de 2011, murió arriba del colectivo que atravesó una barrera trabada a 45 grados y fue embestido por un tren de la línea Sarmiento.
El hombre murió en el acto y, fue la mejor amiga de Cecilia la que la acompañó a la morgue para reconocer los restos y la que le insistió para que ella le pida al Juez de turno la autorización judicial para realizar una biopsia testicular en el cuerpo de Pablo. Luego de varias horas lo logró y se obtuvo una muestra de semen que fue congelado. La extracción tuvo éxito a pesar de realizarse 12 horas después del accidente, el límite máximo en casos semejantes.
"Cuando nos estábamos yendo de la morgue, mi amiga tuvo un momento de lucidez que voy a agradecerle toda mi vida
"Cuando nos estábamos yendo de la morgue, mi amiga tuvo un momento de lucidez que voy a agradecerle toda mi vida. Me dijo que preguntara si se podía hacer algo con Pablo, si se podía salvar algo para poder continuar nuestro proyecto de tener un hijo", contó en su momento Cecilia a diario La Nación. Desde ese momento, la mujer decidió no exponer su caso más que por trascendidos.
BigBang dialogó con las autoridades de Seremas, el centro de fertilización a cargo del procedimiento. "Ella prefiere no hablar y nosotros la entendemos. Esta recién dando los primeros pasos del proceso y es mejor que hagamos las cosas con calma", explicó la vocera del centro.
"Ella prefiere no hablar y nosotros la entendemos.
El procedimiento está a cargo del médico Santiago Brugo Olmedo, quien trataba a la pareja y ahora se dedica a seguir de cerca la evolución de Cecilia, quién pronto se someterá a la fertilización asistida. "Pablo y Cecilia buscaban tener un hijo. Nos contactaron en su momento para que los ayudáramos. Pablo tenía dificultades en la movilidad de los espermatozoides, por eso, les indiqué que realizaran un tratamiento de reproducción asistida. Firmaron un consentimiento informado, un documento que se usa en Argentina y en muchos países para expresar la voluntad de hacer el procedimiento y, a la vez, indicar que estaban en plena conciencia de lo que significa. Se prepararon para hacerlo pero, 10 días antes de comenzar la estimulación, lamentablemente ocurrió el accidente", resume el especialista.
"Firmaron un consentimiento informado, un documento que se usa en Argentina y en muchos países para expresar la voluntad de hacer el procedimiento
Y siguió: "La paciente estaba enfocada, dedicada y con plena conciencia de que ella y su marido querían tener un hijo. Por eso, nos llamó ese día para contarnos lo que había sucedido. Le dijimos que debía intervenir la Justicia, que ella debía presentarse a la brevedad para solicitar que se le realizara una biopsia a su marido recientemente fallecido. Así fue. Nos llegó una cédula indicando que estábamos autorizados a hacerla y 10 horas después del fallecimiento hice la biopsia y una hora después, la licenciada Sabrina De Vincentiis, Directora del Laboratorio de Seremas, congeló los espermatozoides móviles de Pablo”, detalló.
La vocera del centro reveló que la mujer cuenta con el acompañamiento de los familiares de Pablo, además de la propia. "Es un proceso que traerá alegría y vida, pero es mejor mantener la calma para que ella lo viva lo mejor posible dentro de todo lo que debió pasar", opina.
Ahora es tiempo de esperar para saber cómo sigue su embarazo.