El protagonista de esta historia es Néstor Elio Fernández, un docente que decidió tomar algo en la confitería La Nueva Gran Flauta, ubicada en la calle Victorino de la Plaza, en Salta, poco antes de emprender una nueva jornada laboral. Eran cerca de las 8 de la mañana del martes y llovía, por lo que el profesor de lengua wichi decidió desayunar un mate cocido con dos bizcochos.
La factura de la polémica.
Aprovechó, además, la oportunidad para recargar energías para el largo día y la batería de su computadora. La sorpresa se la llevó media hora después, cuando pidió la cuenta del mate cocido y los dos bizcochos y se encontró con que también le habían cobrado la electricidad que utilizó para cargar su computadora. Sí, en vez de cobrarle $45, vio como la factura decía $85.
La sorpresa, como la indignación, lo invadió. Si bien había un cartel en el local que indicaba "Carga de celular $20", el hombre pensó que aludía a la carga de crédito y no a enchufar cualquier tipo de dispositivo. “Me sucedió este insólito caso. Me cobraron $40 por cargar la computadora. Ya hice la denuncia a Defensa del Consumidor. Es la primera vez que me pasa", resaltó.
Lo cierto es que a la hora de pedirle explicaciones al dueño, Fernández se topó con una respuesta inesperada. Según él, el encargado de la confitería dijo en su descargo que la boleta de luz le había aumentado un 300 por ciento. Para detallar el costo de energía, el dueño utilizó el término “Carga consumida x” por un valor de $40 por el tiempo que duró enchufada la computadora.
Néstor Elio Fernández es un profesor de lengua wichi, gana 12 mil pesos por mes y la mitad de sus ganancias las gasta en viáticos, ya que pasa la mitad de su tiempo en el norte de Salta enseñando. “En ningún momento mencionaron que cobraban la energía eléctrica. Solo carga para el celular de $20. La verdad que no entiendo lo que pasó”, dijo en diálogo con TN.
El descargo del profesor.
Cabe resaltar que el profesor remarcó que los empleados de la confitería se negaron en un primer momento a darle la factura como comprobante porque “estaba vencida” y solo atinó a sacarle una foto para tener una prueba de la “estafa”, según sus palabras, a la que fue sometido.